MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Nada está escrito, en la ruta de 2015. 

La vida es tan fascinante, porque no sabemos que habrá de suceder en el minuto siguiente. El mañana es una sorpresa. Aún nada está escrito. Lo mismo sucede en política. Vemos que hoy los protagonistas se mueven en una esfera o dirección, más sin embargo, no sabemos que habrá de pasar con ellos en el futuro. Las pasadas elecciones, nos dieron cuenta de actores que trabajaron arduamente para un partido político, y que acabaron llegando al poder, mediante otra alternativa. Eso habla de las sorpresas que depara la vida. Y de lo extraordinario que es, no saber que habrá de pasar mañana, con la única posibilidad, de que puede suceder cualquier cosa.

Así es. El ser humano puede tener el control de su vida. Más sabe, que debe estar preparado para las sorpresas que le habrá de traer el destino. Cada día viene con nuevas situaciones, retos, alegrías, tristezas, en fin. Eso es lo grandioso de la vida, porque el no saber que habrá de suceder, es sumamente interesante. Lo cual aplica para todos los terrenos de la vida, incluido el ambiente político, en donde cada vez es más popular, aquella frase, “nada está escrito”.
A diferencia de otros tiempos, el que las candidaturas se hayan hecho fuertes con el respaldo ciudadano, por encima de los acuerdos de las cúpulas, así como la apertura de los partidos políticos para abrir la puerta a cualquier posibilidad, aceptando candidatos externos, incluidos los ex militantes de otros partidos, han fortalecido la idea de que todo puede pasar en la ruta de las próximas elecciones. Y algo que se respira en el ambiente, es la posibilidad de regresos sorpresivos de priístas al seno del partido tricolor, en consecuencia de la estrategia nacional de ese Instituto político, que buscaría recuperar Guerrero, para dar un severo golpe a la izquierda del país y al ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador.
Uno de los nombres que suenan, dentro de esas posibilidades, es el del diputado federal, Jorge Salgado Parra, a quien se ve trabajando arduamente a favor de la corriente perredista que le habrá de cobijar para buscar la candidatura por el PRD, para la alcaldía de Chilpancingo. Bajo esa consideración, hoy se ve a un personaje metido con todo en el proceso perredista, y si nos fijamos bien, está haciendo lo adecuado, ya que no puede permanecer cruzado de brazos y esperar que la candidatura le caiga del cielo. Hasta donde se sabe, producto de la confianza que ha sembrado en la gente, lleva muy buen record de afiliación hacia la causa de la Izquierda Progresista Guerrerense, por sus siglas IPG. 
El trabajo de Jorge Salgado Parra, al seno del PRD, es congruente con su aspiración y con un político que sabe que es importante ponerse en acción y hacer que las cosas sucedan. Desde esa óptica, nada le puede reclamar su proyecto y equipo de trabajo. Ésta haciendo la parte que le toca. Más sin embargo, eso no quita que todo puede suceder en el camino hacia el 2015.
Se habla de no descartar, que sea el PRI quien lo nomine para la presidencia municipal de Chilpancingo. En fin, lo cierto es, que a reserva de las sorpresas que vengan, el diputado federal posee números interesantes, que lo ubican por encima de los demás posibles aspirantes. Un margen de dos a uno. Y algo mejor, la ciudadanía votaría,  según los sondeos, más por la persona, que por el partido. O sea, que nada está escrito. Esa es la cuestión.

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