LAS HUELLAS DE LA VIDA


Por Raúl Román Román

Los hermanos “chino” de espinalillo

Con cariño, afecto y estimación, para Víctor Hugo y Dioseline Diego y Elizabeth Toralva.
La cultura popular siempre ha sido un signo distintivo en cada una de las poblaciones mexicanas, sobre todo las que viven sobre las costas, pues surgen agrupaciones y organizaciones musicales, poéticas, pictóricas, escénicas y escultóricas, entre otras, con el sello de la casa, pues se ensalzan las costumbres regionales con su lenguaje picaresco y de doble sentido y se expresan artísticamente las narraciones que recuerdan nuestras costumbres y tradiciones.

 En este sentido, en la población de Espinalillo se realiza un debut musical en 1890, por medio de don Víctor Solís “El Chino”, junto a sus hijos José, Carlos y Lencho, a quienes se les conocía con el apodo de “Los Hermanos Chino”, por su ascendencia de padre oriental y madre mexicana, cuyos descendientes tenían marcados rasgos corporales del papá. 
 “Los Hermanos Chino” cincelaron grandes épocas musicales que llenaron de orgullo, música y alegría a su tierra nativa. 
Para 1915 llegan a la agrupación Daniel Diego Solís, Feliciano Sánchez, Víctor Toralva y Nieves Mejía Solís, todos eran músicos líricos pero con una gran sensibilidad musical.
 En una segunda generación se van sumando otros exponentes artísticos con carácter de filarmónicos, como es el caso de Govén Flores Quintana, quien en un afán de cultivar las mejores virtudes y destrezas de sus compañeros, los inicia en la lectura, escritura e interpretación de música sobre papel pautado, cuyos pentagramas pronto fueron llenados con nuevas notas y letras cantadas que dieron luz a las fiestas costeñas de manera majestuosa y hermosa.
 Corría el año de 1930 cuando el grupo pasa por una renovación generacional y arriban felizmente los hermanos Leocadio “El Niño Chino” y Eustolio Diego Solís, Apolinar Godoy, Fidel Benítez, Elías Salas y, al paso del tiempo, Ethel Diego Guzmán, cuya gran virtud en la composición, arreglo y proyección musical hace que la manifestación artística de “Los Hermanos Chino” se vuelva más excelsa, pues aporta infinidad de nuevas composiciones musicales, sentidas piezas románticas y un nuevo sello de expresión cultural.
 Mientras el grupo se renovaba también nuevos elementos sustituían a sus antecesores finados, con el pesar de su muerte pero con el orgullo de haber sido un músico de “Los Hermanos Chino”.
De esta manera se van anexando a la orquesta: Fidel Benítez, Elías Salas, Pablo Romero,  Agustín Gómez Palacios, Juan Toralva Benítez, Andrés Tumalán Rosales, Adalberto Ramírez Gómez, Odón Toralva, Isaías Moreno Lugardo, Miguel Flores Ávila y Alberto Piedra. Posteriormente se incorporaron: Leonel Loeza, Luis Arenal, Tessel Tabárez, Efigenio Bernal, Luis Jiménez, Gilberto Barrientos, Emilio Roque, Andrés Medina, Humberto Galeana Campos y Anselmo Ramírez.
 Al llegar a los 80´s nos encontramos con el paso por la orquesta de grandes músicos y otros igualmente ilustres que se quedaron en el camino eterno, entre los que se pueden mencionar a: Hipólito Benítez, Humberto Campos Galeana, Luis Diego, Fili Diego, Guadalupe Toralva, Pepe Domínguez, Agustín Medina, Antonio Barrientos, Aurelio Aguirre, Melco Diego, Aurelio Castillo, Genaro Lugardo Solís, Rigoberto Gómez, Macario Luviano “El Maestro”, Juan Luna, Leonel Ríos, Fernando Sosa Diego, Marcos Madero, Antonio Vargas y Lamberto Castañeda, con la hermosa mención honorífica, respetuosa y otgullosa, para Toño Vargas “El Perro”, cariñosa y amistosamente conocido por tener una voz y acento incomparable.
 Dirigidos desde los años 50s por Ethel Diego Guzmán, brillante músico y extraordinario compositor que ha transitado desde entonces con Apolinar “Pule” Godoy Radilla y su tío “El Niño Chino” Leocadio Diego Solís, quienes se convirtieron en el alma de esta super orquesta, sin menoscabar a los demás integrantes. Ante este cúmulo de sentimientos y afectos es un orgullo presentar a ustedes a todo una institución musical que dejó sus huellas de la vida de manera indeleble y majestuosa. 
  Y cuando el maestro Ethel se convierte en su director artístico, para el tiempo que se escribe esta nota,  había aportado un sinnúmero de nuevas y bellas melodías que colmaron de luces el cielo costeño, como su más grande inspiración a través de “Mi Regalo”, que ha unido a cientos de corazones enamorados y reafirmado otros cientos de matrimonios consolidados. “Los Hermanos Chino” suman su vida musical por 124 años de alegrar los corazones de sus paisanos costeños, de Guerrero y de México.      

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