LA RUEDA DE LA FORTUNA

El puente  del Ticuí, 5 veces derruido. ¿Qué pasa allí?

Alfredo Sarabia  
El puente del Ticuí, que une a esta comunidad con la ciudad de Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero, nuevamente (5 veces),  fue destruido por la furiosa y vigorosa corriente de las aguas del río del mismo nombre de la ciudad, pero a secas.

No resistió la embestida de la Naturaleza, que sorprendió a muchos atoyaquenses, ya que de hecho, no se esperaba la nutrida frecuencia e intensidad de la lluvia que se dejó sentir por la tarde y parte de la noche (10 PM) del pasado domingo. No obstante el infortunio observado otra vez, no se podría echarle la culpa de lo ocurrido a la madre Naturaleza, hacerlo solo se denotaría una enorme pobreza mental.
Con ello, ya son varias veces en que los habitantes de la citada comunidad rural, una de las mayores en densidad de pobladores del entorno, después de la cabecera municipal, desde que a mediados del mes de septiembre pasado, el ciclón “Manuel”, prácticamente arrasara con el puente señalado, de apenas dos décadas de haberse construido.
Desde entonces, no ha habido seriedad, ni han asumido la responsabilidad requerida en estos menesteres, primeramente por el Ayuntamiento municipal que dirige y controla fiel y puntualmente, el alcalde Edilberto Tabarez Cisneros, ni por los habitantes de la dañada comunidad, finalmente, estos últimos, los más perjudicados en forma directa.
Sin embargo, esta aparente apatía que muestran las autoridades municipales en torno a la desastrosa situación explicada, bien puede deberse a toda una estrategia política diseñada desde afuera del municipio, con miras al proceso electoral del próximo año, donde  se votará por un nuevo presidente municipal, y así, iniciar su construcción en serio, sin “jugaditas ramplonas”, sin simulaciones, que solo han ocasionado un remedio muy temporal e ineficiente.
Y  si se llegara a dar esa acción maquiavélica y perversa, los ticuiseños estarán agradecidos con Tabarez Cisneros, y por tanto, le corresponderían, sufragando por el PRI,  aun a sabiendas de lo mal que ha sido gobernado el municipio en cuestión.
Así palpo y siento la situación administrativa del citado municipio, pero también así lo ven muchos atoyaqunses bien nacidos, de que “se salió de Guatemala, y se entró a Guatepeor”. 
Por tanto, es viable sospechar de la actitud asumida  por las autoridades municipales de hacerse los tíos lolos en esta situación que ha dejado de nuevo a los habitantes del Ticuí, en la orfandad en el paso por el río, salvo que se usen pangas, como antaño, pero aun así, forzosamente se tendrá que hacer un recorrido más largo, que representa un costo más elevado, medrando con ello, la de por sí, la condición paupérrima e indigente Economía familiar que se padece en varias familias de ese lugar, situación que no le importa al alcalde municipal de marras, a pesar de que es oriundo del lugar referido en ente espacio. ….HASTA PRONTO.

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