MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** La evaluación de Bernardo.

La tarea de gobernar es cada vez más compleja. Los retos que tienen los representantes populares se han incrementado. La población demanda decisiones importantes y políticas públicas que favorezcan la paz y armonía social. Un clima, en el que se pueda impulsar con plenitud el desarrollo, que en suma, venga a elevar la calidad de vida de las personas. Eso lo sabe el presidente de la comisión de gobierno del Congreso del Estado, Bernardo Ortega Jiménez, quien pondera los logros de la LX Legislatura, a partir de la suma de esfuerzos que se ha registrado entre las diferentes fuerzas políticas, como un motor que ha traído importantes reformas: La principal de éstas: La nueva constitución del estado.  

Así es. Para la eficacia del proceso administrativo, siempre es bueno darle un valor importante al proceso de evaluación. Las tareas no se pueden quedar en la previsión, planeación, integración, organización y desarrollo. El círculo se cierra con la evaluación, a efecto de establecer si se han alcanzado los objetivos, y mediante el saldo, fortalecer los planes y estrategias, o cambiar el rumbo de la situación. En el ámbito de la administración pública es sano hacer un alto en el camino para analizar los avances y los pendientes.
Es cierto, los procesos de evaluación, deben ser con un alto sentido de autocrítica, a efecto de reconocer los espacios en los que no se ha crecido como se desea. Más se debe dar mayor relevancia, a los puntos en donde se concentran las mayores fortalezas, porque los puntos positivos, son la palanca más importante para poder impulsar más logros y conquistas. Especialmente ahora, cuando las situaciones son cada vez más demandantes para los servidores públicos.   
Eso parece saberlo el coordinador del Congreso, diputado Bernardo Ortega Jiménez, quien al hablar del saldo de los dos años de gestión de la LX Legislatura, que se habrán de cumplir en breve, resalta los puntos más valiosos, como es el caso, de la capacidad que han tenido las diferentes fuerzas políticas, para poder sacar los asuntos de mayor relevancia e impacto de forma unánime, como sucedió con la nueva constitución, a la que no se había metido mano, en forma integral, como ahora, en más de 80 años.
Otro de los puntos que pondera Ortega Jiménez, es la aportación que han hecho a favor de la gobernabilidad, ya que ha prevalecido una relación de respeto entre los poderes, y de máxima colaboración con el Ejecutivo, en el sentido de trabajar en la ruta de la construcción de un escenario con mayores oportunidades para los guerrerenses.
El punto es, que lejos de convertirse en una piedra en el zapato, la idea central que ha prevalecido en la LX Legislatura, ante las situaciones demandantes que hoy imperan, es apostarle a ser solución y no a causar más complicaciones, en una entidad que reclama lo mejor de sus representantes populares.   
Bernado Ortega, quien luce fuerte como coordinador del Congreso, y con grandes posibilidades de incursionar en la elección por la diputación federal de su distrito, valora, dentro de su evaluación, las fortalezas que han traído los mejores resultados en la LX Legislatura. Es evidente, que no apuesta a la crítica estéril, sino a seguir cultivando la unidad y fortaleza de un poder, que aún tiene muchas tareas pendientes por cumplir. Esa es la cuestión.

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