MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** La unidad como pieza clave

Los daños perpetrados por la delincuencia son de un tamaño mayúsculo. No se puede ser ciego a esa realidad. Como tampoco se puede ser, a la necesidad de sanear las corporaciones policiacas y a las instituciones. Se hace imperativo ir paso a paso. Y para lo cual se requiere de la unidad y suma de todos los actores políticos, sociales y económicos. En ese sentido, apostarle a la inestabilidad y una crisis política no es la mejor vía. Por eso es entendible el respaldo que hoy tiene el Gobernador Ángel Aguirre Rivero.

Así es. La inseguridad y violencia no llegaron a Guerrero con el actual gobernador. La crisis se vive a nivel nacional. Por esa misma razón, el ex presidente del país, Felipe Calderón, puso en marcha la llamada Guerra contra el narco y delincuencia organizada, la que después, ante sus yerros de visión, transformaría en una guerra contra el crimen, en todas sus modalidades. Los resultados dejaron mucha insatisfacción. De hecho, esa fue una de las puertas que se abrieron al PRI, para que regresara a Los Pinos. 
De la Guerra emprendida por el ex mandatario nacional, por la relación que guardaba con la casa blanca, como se vio en la epidemia de la influenza implementada como estrategia político electoral, que ésta solamente habría sido un gran negocio. Crear esos ambientes de muerte, incertidumbre y miedo, son el escenario ideal para que la ciudadanía sea presa fácil de decisiones que atenten contra sus derechos. Como es el caso, de que le invadan sus calles con gente armada y militares. Lo peor del caso, es que las estadísticas demostraron que el negocio de la droga seguía fructificando, y que sin ningún recato, en las listas de forbes, se ubicada a uno de los capos más poderosos de México, entre los hombres más ricos del planeta.
En ese sentido, desde que Ángel Aguirre Rivero asumió el poder, lo hizo con el objetivo de fortalecer y mejorar las estrategias en materia de seguridad. No olvidar que recibió un Acapulco en la lona. Con la peor de las imágenes de los últimas décadas. Y con el trabajo gradual, con la suma de los tres niveles de gobierno, ha logrado un reposicionamiento importante. Las temporadas vacacionales y puentes largos han sido testigos de un puerto lleno hasta los topes, lo que ha traído una derrama económica importante.
Es cierto, la delincuencia sigue operando. Más nadie en su sano juicio, puede asegurar que el mandatario se ha quedado cruzado de brazos. Si así fuese, no tendría cara para ir a visitar todas las regiones y municipios, en donde es recibido con enormes muestras de cariño. Una hoja larga de servicio lo avala. Por algo la ciudadanía se desbordó a votar por él en enero de 2011, logrando ser, el Gobernador que llega al poder, con un mayor número de votos en la historia del estado.
El saldo integral de la gestión Aguirrista arroja mayores satisfacciones para la gente. El punto es cerrar filas y seguir trabajando en el rubro de la seguridad. La suma de todos los actores políticos, sociales y económicos para el fortalecimiento de las instituciones en aras de encontrar a los responsables de la barbarie del 26 de septiembre e incrementar la búsqueda de los normalistas desaparecidos. 
La situación reclama unidad. El camino no es la presión, el chantaje y la violación a los derechos de los demás. Mucho menos el lucro político. Hoy más que ayer, en éste momento complicado y de dolor, los guerrerenses debemos ser más amigos. Esa es la cuestión.

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