OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

¿HASTA AHORA?

¡Vaya! Una vez ahogado el niño, el Gobierno Federal está dispuesto a tapar el pozo. A pesar de que en muchas ocasiones, tanto el Gobernador del Estado Ángel Aguirre Rivero como el sector empresarial guerrerense, han solicitado la presencia de la Gendarmería Nacional y mucho antes, de elementos federales para combatir a los grupos de la delincuencia organizada, hasta ahora que se dieron los lamentables hechos de Iguala, el Presidente Enrique Peña Nieto y el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, anunciaron un firme operativo en Iguala para esclarecer los hechos y castigar a los responsables.

Todo el mundo sabe que la violencia generalizada en México surgió cuando el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa le declaró la guerra a los carteles mexicanos de la droga y para tal efecto, sacó al Ejército y La Marina de sus cuarteles, para cumplir funciones policiacas que no les correspondían. De esa forma cerraron las rutas de trasiego por las que circulaba la cocaína colombiana hacia los Estados Unidos de Norteamérica, que era el gran negocio de los cárteles.
Al verse sin su lucrativa actividad, los cárteles se regaron por diversos estados del país y cambiaron su chamba por el secuestro, la extorsión y otras lindeces, que fueron creciendo ante la falta de capacidad del Ejército, la Marina y policía federal para combatirlos. Como nuestro estado era parte de la ruta del trasiego, fue víctima del accionar de estos grupos delincuencias, muchos de los cuales se aposentaron en estas tierras sin que el gobierno federal asumiera una actitud seria de combate para quien ejerce esta actividad.
Aunque la sociedad local reprueba por completo la actividad violenta que siempre han ejercido los estudiantes de Ayotzinapa, de ninguna manera está de acuerdo en que se les masacre como lo hicieron en Iguala, tanto la policía municipal como los grupos delincuenciales a quienes  servían estos elementos. El Gobierno del Estado actuó en forma oportuna logrando la misma noche de los hechos, desmantelar a la policía de Iguala, deteniendo a quienes resultaron positivos al Rodizonato de calcio (prueba de la parafina.
El Gobernador Ángel Aguirre Rivero desarrolló al mismo tiempo un programa de búsqueda de los 43 jóvenes desaparecidos, incluyendo una recompensa de un millón a quien fuera dando datos para localizarlos. Cientos de trabajadores estatales trabajaron en Iguala casa por casa, para preguntar a la gente si sabía algo y habían visto algo. Lamentablemente todo indica que los delincuentes actuando con su mala entraña de siempre, ultimaron a los jóvenes desaparecidos.
El Gobernador es un político de tiempo completo. Mucho se le ha criticado la extrema tolerancia que siempre ha tenido para con los estudiantes de Ayotzinapa. Siempre los ha atendido en sus necesidades, ha sido paciente también con los rijosos maestros de la CETEG; no tenía de ninguna forma porqué ordenar una masacre de tales dimensiones.
El asunto está más que claro: cuando la policía ya no les permitió secuestrar autobuses en Chilpancingo, los de Ayotzinapa se fueron a Iguala, donde se toparon con una violencia muy superior a la que ellos ejercen y que con balas e intolerancia llenaron de sangre no solo a Guerrero. En todo México se lamentan estos sucesos que no deben repetirse nunca jamás.
En Guerrero somos más de cuatro millones de habitantes y los grupos radicales no suman más de diez mil personas. Es por eso que no existe ingobernabilidad. La gran mayoría del pueblo continuamos con nuestras actividades normales, luchando por combatir nuestros propios problemas y de nuestras familias. Es por eso que mienten quienes afirman que se ha roto la gobernabilidad y la estabilidad social. El Gobernador seguirá firme en el cargo porque está claro que no ordenó que dispararan contra los estudiantes e hizo lo que le correspondía en su momento. Ojalá que ahora si el Gobierno federal cumpla con su obligación de combatir a la delincuencia organizada.
Aparte de las voces que están exigiendo la renuncia del Gobernador, se están sumando en su apoyo otras que son más importantes y tienen presencia estatal y nacional, como la dirigencia nacional de su partido, el PRD, que este martes sesionará en Iguala, así como los líderes más inteligentes del mismo en Guerrero. El sector empresarial también ha manifestado su apoyo al Gobernador y en términos generales, el pueblo espera se castigue a los asesinos de Iguala y que vuelva la concordia a esa población, pero no que renuncie un Gobernador que ha trabajado tanto y bien a favor de los más desprotegidos, como lo hace Ángel Aguirre Rivero.

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