OPINION

Por  Manuel Tello Zapata

El golpe de estado

Seguramente el mensaje que se anuncia, dará a conocer mañana jueves el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, deberá contener una contundente respuesta a quienes han orquestado una política golpista en su contra; que están aprovechando muy bien la gran oportunidad que les dieron un grupo de policías municipales y los Guerreros Unidos de Iguala junto con su Alcalde y esposa, quienes con la muerte de seis personas y la desaparición de 43 más, crearon una excelente justificante para pedir la renuncia de Peña Nieto.

Esto se viene organizando desde hace dos años cuando surgieron los grupos anarquistas en la ciudad de México. Nadie ignora que Andrés Manuel López Obrador sueña con la caída de su gran enemigo y a sus propósitos se le han unido grupos como la CETEG y sus franquicias de Guerrero, Michoacán, Chiapas, etc., así como otros grupos disruptores que con la crisis de Iguala, han puesto al gobierno federal en serio predicamento. El plan golpista busca que Peña Nieto renuncie antes de que cumpla dos años, para que se convoque a elecciones.
Obviamente, el Presidente no se va a quedar con los brazos cruzados; pero tampoco puede responder golpe por golpe como quisieran sus enemigos, para darles más mártires que les permitan desestabilizar por completo al Estado. Peña Nieto debe orquestar un proyecto radical de cambio que le permita al gobierno federal, recuperar la confianza ciudadana, que se ha perdido en gran medida por la inseguridad y el asunto de Iguala.
Dentro de los grandes cambios que profetizó el Secretario de Gobernación cuando expuso el anuncio de su jefe, debe contemplarse seguramente la renuncia del Procurador Jesús Murillo Karam, quien es un funcionario con mucha experiencia, pero está cansado y se le nota en el semblante, no solo en las burlas que le profieren en el Face book. En su lugar debe nombrarse a un penalista más joven que Murillo, pero con amplia experiencia para revertir mucho de lo que se ha hecho mal en esa dependencia.
También deberá irse entre otros, el inepto Subsecretario de Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, quien le vino a dar un golpe mortal a nuestro puerto de Acapulco, declarando públicamente que Guerrero es el estado más violento y comparable a los lugares más peligrosos del mundo. Con esos amigos, para que queremos enemigos.
Los lugares más peligrosos del mundo como Siria, donde al menos 40 miembros del Grupo radical islámico murieron en dos días; República del Congo, donde un centenar de personas murieron en una masacre cometida en la ciudad de Beni; Nigeria, donde dos atentados terroristas dejaron 45 muertos, etc., esos lugares son muy distintos al puerto de Acapulco, que en violencia no les llega ni a los talones. Existe inseguridad en nuestro puerto, pero no contra el turismo ni la población en general. Campa Cifrián está loco al compararnos con esos Estados y es un sujeto inepto que debe ser removido; porque cuando habla: no conecta la lengua con su pequeño cerebro.
El otro anuncio realmente importante que debe hacer el Presidente Peña Nieto, es la creación de una Comisión para el Estado de Derecho. Debe integrarse con personalidades destacadas y profundos conocedores, para que le den a nuestro país las armas que nos permitan tener justicia expedita e imparcial para todos; amplia seguridad pública en todo el país como la tuvimos antes de Felipe Calderón; pero sobre todo: que se creen instrumentos que permitan combatir a la corrupción de manera auténtica, y que se castigue, ahora sí, a quienes usan los recursos públicos para engordar sus bolsillos.
Si Peña Nieto logra conformar un escenario como el que muchos esperamos y queremos, podrá neutralizar a sus enemigos y evitar el golpe de estado que busca su renuncia. A López Obrador y sus socios les quedan cinco días para tirar al Presidente y que se realicen nuevas elecciones para que El Peje pueda cumplir su sueño dorado. No lo van a lograr. La protesta radical en contra de EPN está bien focalizada a determinadas regiones y grupos, que comparados con la población total de nuestro país, son una “microminoría”.
BUENA RATIFICACIÓN
De manera acertada, el Gobernador del Estado Rogelio Ortega Martínez, ratificó en el cargo como Director de Gobernación estatal, al Maestro en Ciencias Moisés Alcaraz Jiménez, quien de esta forma, seguirá contribuyendo a lograr la paz social que tanto anhelamos, mediante el diálogo permanente y el contacto directo con los grupos sociales que se movilizan en nuestra entidad. Moisés Alcaraz no tiene ningún perfil político pero como periodista y comunicólogo conoce a profundidad la problemática social y económica de nuestro Estado de Guerrero. Desde el inicio de su gestión es el primero en llegar donde se presenta una crisis y establece el primer acercamiento para iniciar el diálogo positivo. 
Este funcionario ha sufrido ataques físicos y maltratos a su persona por algunos grupos radicales; pero siempre mantiene la calma y su disposición para que se llegue a arreglos que convengan a todos. Seguramente el Director de Gobernación estatal Moisés Alcaraz Jiménez, será un valioso colaborador del Gobernador Ortega Martínez y de su Secretario General de Gobierno.

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