JUSTO RECLAMO

Ante los lamentables hechos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 se septiembre del presente año ocurridos en iguala, guerrero, han sido de indignación en una gran parte del territorio nacional y mas allá de nuestras fronteras por las violaciones graves a los derechos humanos y garantías individuales, por quienes deberían velar por ellos, son legítimos los reclamos de los padres de los estudiantes desaparecidos, ante estos hechos deplorables la sociedad a expresado la inconformidad con la situación que prevalece en materia de inseguridad publica, procuración y administración de justicia. pero no es con más violencia como se solucione la crisis de gobernabilidad en guerrero y en méxico, sino a través de la vía institucional.

hasta hoy, el no uso de la fuerza publica,  para la solución del conflicto, no debe tomarse como debilidad de los tres ordenes de gobierno, sino como gobiernos tolerantes abiertos al dialogo para llegar acuerdos. existen agrupaciones sociales que se sumaron a los reclamos de los padres de los alumnos de la normal rural de ayotzinapa, así como maestros de la llamada cetec, que dejaron en el abandono a cientos de niños sin clases, para realizar las protestas en contra de los tres niveles de gobierno, pero eso si cobran puntualmente su quincena como mentores de la educación. 

las protestas ya alcanzaron a la iniciativa privada, como algunas empresas departamentales, robo de vehículos del transporte público, toma de casetas de peaje, robo de combustible, bloqueos en la autopista del sol, marcharon en chilpancingo – acapulco – zihuatanejo, ocasionando congestionamiento vial, daños a las oficinas de la secretaria de educación pública, casa guerrero, oficinas de los partidos políticos pri, pan y prd, en la capital del estado, procuraduría de justicia del estado, la forma en que actúan podrían constituir varios delitos, toda vez que las conductas que despliegan violentan en marco jurídico constitucional.

las instituciones de procurar y administrar justicia deben de actuar apegándose a los protocolos autorizados sin hacer uso exclusivo de la fuerza del estado.

 ya que la población y turistas que nos visitan se están volviendo rehenes de algunos desadaptados, y digo de algunos volviendo porque la mayoría de los ciudadanos guerrerenses que somos al orden 3.5 millones de habitantes deseamos la paz y tranquilidad.