MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** La octava región y sus implicaciones

Podría caerse en la simplicidad de aceptar que la declaratoria de la octava región de la entidad, será un acto de justicia para los habitantes de la sierra. En realidad, solamente estamos hablando de anuncios y actos de muy buena voluntad. Lo más importante será, ver si en los hechos, más adelante, esto genera beneficios a los pueblos donde esperan más seguridad, oportunidades y dotación de servicios básicos.

Así es. Lo que hoy ocurre, con la futura declaración de la octava región del estado, por parte del Gobernador Rogelio Ortega Martínez, me trae a la mente, la analogía de las ranas, la cual se desarrolla de la siguiente manera:
Les plantea el maestro a sus alumnos: “Si hay cinco ranas en un tronco, y de éstas, cuatro deciden brincar para bajar de él. ¿Cuántas quedan en el tronco?” 
Los alumnos de manera rápida responden: “Una, maestro”. El docente los mira y pregunta: “¿Están seguros?” Los muchachos guardan silencio y se nota la invasión de la duda. Entonces, el maestro los invita a seguir pensando, porque les dice que la respuesta no es la correcta.
Después de un rato de pensar sobre el planteamiento, los jóvenes se dan por vencidos. No encuentran la respuesta que deje satisfecho a su mentor. Enseguida, éste les dice con voz alta: “La respuesta es Cinco”. Y asombrados, preguntan: “¿Por qué cinco?, ¿Qué no cuatro se habían bajado”. A lo que el maestro responde: “Recuerden que las cuatro ranas decidieron brincar para bajar del tronco, más nunca dije que lo hicieron o bajaron de él.”
A continuación explicaría a sus discípulos, que lo importante no radica en tomar decisiones, tener sueños, metas o aspiraciones. Lo que realmente vale es ponerse en acción. No basta con desear las cosas, lo valioso es ir por ellas hasta conseguirlas. Hoy puedes decir, he decidido bajar de peso, más sin embargo, no lo has concretado. Podrás tomar la decisión de firmar un contrato, pero mientras no estampes tu firma, eso no ha ocurrido.
Las ranas deciden saltar o bajar, más en ningún momento se dijo que bajaron del tronco. Algo común de nuestro mundo, es ver la insatisfacción de quienes solamente poseen buenas y bonitas intenciones y no dan el paso para ponerse en marcha. Bien se dice, y con justa razón, que el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones.
El punto es, que la declaratoria  y firma de un documento, por sí solos, no le habrá de cambiar la vida a los habitantes de la sierra de Guerrero. Se debe ser muy cuidadoso con eso, tal y como sucede con la analogía de las ranas en el tronco. Hasta ahorita la intención luce bien. Falta ver, en lo sucesivo, si con éste hecho, se vienen mejores cosas y acciones para la nueva región.
Y es que, crear una nueva región en la entidad, si bien es un reclamo añejo de los habitantes de la sierra, no debe quedar en un acto simple y protocolario. Habría que recordar, la necesidad de mayor seguridad en la zona. Del requerimiento de más oportunidades y apoyos a la producción, para evitar la siembra de cultivos ilegales. Así como, la dotación de mejor infraestructura en todos los sectores, pasando por las carreteras y caminos, hospitales y escuelas, hasta los servicios básicos, como agua, drenaje y luz.
La buena intención del Gobernador Rogelio Ortega se reconoce, más sin embargo, hace falta ver, si su intención va acompañada con hechos, y que éstos se vean en lo que queda de su gobierno. Esa es la cuestión.

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