LOS CAMINOS DE LA VIDA


Caritina Galeana Gómez primera regidora del municipio azuetense

  “Yo soy originaria de Agua de Correa, nací el 7 de octubre de 1910, a las 10:00 horas, mi madre me decía que era una mañana hermosa y que ellos estaban felices, con mi llegada a este mundo; mis padres fueron: Agustín Galeana Martínez y Eufrosina Jacinto, conocida, cariñosamente, como “La China”, por su pelo ensortijado y bonito.

 Toda mi familia vivimos, de manera alternada, por largas temporadas, entre Acapulco y Zihuatanejo, por diversos motivos, tanto familiares como laborales; en 1930, llegué a mi costa querida; en aquellos tiempos, la Correa era un ranchote y en Zihuatanejo había puros pescadores y huerteros.
 Recuerdo que mi escuela era de lodo y teja y, más tarde, mandaron a hacer unos pupitres; estaba en el centro, muy cerquita de la iglesia y mi primer maestra fue María de Jesús Sotelo Pérez y era muy bonita mi maestra, con los ojos de color y acababa de llegar de Colima; era una enseñanza de primeras letras hasta llegar a la alfabetización; después, tuve como maestra a Mateana Orbe Lecuanda, ella me enseñó a leer y a escribir de corrido.
 Tiempecito después nos tuvimos que ir para Acapulco, donde me adoptaron unos familiares que, inmediatamente, me inscribieron en la escuela, donde tuve de compañeros al Almirante Alfonso Argudín, a Pepe Villalbazo, a los hermanos Pintos, a Alfonso Uruñuela y, como ellos eran ricos y yo no, pues no me querían y, en ocasiones no me dejaban pasar, hasta que un día los agarré a pedradas y, con gritos, le  dije al director de la escuela, don Felipe del Valle:
   -¡Póngale rienda a sus hijos, porque si no, yo se las voy a poner!; y santo remedio, no me volvieron a molestar. Allá, mi mamá trabajaba en la lavandería de un hotel, por lo que, para ayudarla, yo le repartía la ropa, para entonces éramos cinco hermanos: Crescencio, Félix, Braulio, Arturo y su servidora;  en una de ésas, mi hermano se hizo marinero y nos tuvimos que regresar a Zihuatanejo, donde se sembraba: coco, ajonjolí, maíz y se trasladaba en carreta, para después embarcarlo en la bahía.
Cuando llegué el director de la escuela era don Elías Tabárez, un maestro de Acapulco que se casó con la señorita Delia Juárez, y ala vez, ellos tuvieron un hijo que fue el Dr. Sandokan Tabárez, nomás que antes, la escuela no se llamaba como ahora; ahí salí por una promoción de don Lázaro Cárdenas, que a los alumnos que quisieran los iban a preparar para que se hicieran maestros, y así fue, yo le pedí permiso a mi madre y ella aceptó, por lo que me hice maestra alfabetizadora con nombramiento, en la Unión, de dónde me mandaron a Zihuatanejo, donde trabajé con niños, adolescentes y con los pescadores, a éstos los enseñaba en la noche y los dejé de preparar porque empezó a haber balazos en la noche y luego sin luz... pues ahí ya no me gustó;  después me fui  a Agua de Correa y, por último a San Luis de la Loma; ahí trabajé con Ignacio Fierro y Romana Acosta, siendo el supervisor del estado, el maestro Agustín Ramírez, el gran canta-autor, que cuando ensayábamos decía:
  -¡Ya se desentonó Cari! - ante la risa de todos; ahí siempre me estuvo pagando el Club de Leones, ganaba $2.50 pesos diarios, o sea, $67.00 pesos al mes.
 De Agua de Correa, de ese tiempo, recuerdo a las familias Nogueda, Armenta y pues a los Galeana, que eran de los míos, y de Zihuatanejo a los Valle, Palacios, Zúñiga, Espino y Bravo. Lo que más me gustó fueron los carnavales, con sus juegos, como la ola, el volantín, los desfiles de carretas, burros y caballos.
Al pasar el tiempo y siendo gobernador don Alejandro Gómez Maganda se fundó el municipio de Teniente José Azueta, para ese entonces, yo era subrecaudadora, y fue en Chilpancingo donde me tomaron la protesta y después, nos tomaron la protesta en Zihuatanejo para componer el primer Concejo Municipal, teniendo como presidente a don Darío Galeana, como síndico procurador a don José Nogueda Armenta y como regidores a don Jesús Ávila Hernández y a su servidora, en el puesto Espectáculos; don Darío era un hombrón con su sombrerote muy bonito, era un costeñote muy recio y su hija Adelita fue reina del carnaval; el síndico era muy simpático, le pusieron el “leyista”, porque le gustaba mucho la lectura; trabajábamos en lo que hoy es el museo.
Cuando estábamos en el cabildo, mucho nos visitaba don Lázaro Cárdenas, porque aquí venía a pasarse sus cumpleaños; le cantábamos y él bailaba con nosotras; el que era muy huraño fue Cuauhtémoc y mi general le decía:
   -Anda salúdalas, a ver cual te gusta- 
 Cuando terminamos la gestión, me fui para Acapulco, allá trabajé con don Carlos Barnart, el dueño del hotel El Mirador, estuve en la lavandería, como ama de llaves y como auxiliar de contabilidad en la lavandería, después me fui a Rancho Alegre donde recibíamos a grandes personalidades del mundo y a los presidentes de México, pero ahí, trataron de matar a don Carlos y ya no quisimos regresar; siempre fui de la CROM y ganamos todas las campañas, ni una perdimos, con Fernando Lluck, Julio, Diego y Pipo.
 Actualmente soy ejidataria, rento unos cuartitos y saludo con mucho cariño a mis compañeros ejidatarios y a mis priístas, les deseo mucho amor, dinero y felicidad, que Dios los bendiga, a ellos y a toda su familia.
 Así se cerró una página de la historia de Zihuatanejo y de Agua de Correa, con una sonrisa abierta y franca de la ex regidora de espectáculos de este municipio azuetense. (Desde el hermoso “lugar de mujeres”, Raúl Román Román)

2 comentarios:

  1. Felicitaciones Raùl, fue muy grato leer tu reportaje.

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  2. Bueno, creo que está bien que usas mi foto sin pedir permiso ya que la nota se trata de nuestra querida vecina y amiga Doña Cari (qepd), quien fue cuidada durante los últimos años de su vida por mi esposa.

    Muchas gracias por publicar esta nota sobre un personaje de Zihuatanejo a quien no debemos de olvidar nunca. ¡La primera regidora de Zihuatanejo!

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