MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Mantener firme el timón ante la tempestad

El capitán del barco iba nervioso. No era para menos. La tormenta era descomunal. Las rachas de viento eran fenomenales. Las olas eran gigantescas. Por eso iba agarrado con toda la firmeza al timón. Trababa de dar e inspirar confianza a la tripulación. Más las circunstancias se apoderaban de los sentimientos de sus subalternos, quienes comenzaron a murmurar que era el fin. Que la nave se hundiría.

La preocupación del capitán, aunque no se respiraba, era normal, luego de que tenía en su barco, a un invitado muy especial, quien a pesar del embate de la naturaleza, dormía plácidamente. Por eso, algunos de la tripulación corrieron a verle, le despertaron con gritos de alerta y alarma. “Oiga, usted durmiendo y la nave casi se hunde”. Entonces, aquél personaje se levantó con mucha paciencia, y pasó entre quienes lo había despertado.
Se dirigió hasta donde se encontraba el capitán. Todos pensaban que daría la queja, luego de que hubiesen interrumpido su sueño. Pero no fue así. Ya que de pronto. Levantó los brazos. Volteó la vista al cielo y habló con autoridad, dando órdenes al viento, el mar y la tormenta, “Deténganse”, fue la palabra clave. Y todo regreso a la calma. Se respiraba ahora, paz y armonía.
La tripulación estaba sorprendida de lo que había visto. Ante tal proeza, comenzaron a preguntarse: ¿Quién es éste al que la lluvia, el viento y el mar obedecen? Percatándose de esto, el personaje no quiso dialogar con ellos, mejor se dirigió al capitán de la nave. Le dio un fuerte abrazo, diciéndole al oído: “Lo grandioso del día, es que a pesar de todo el embate de la naturaleza, tú no desesperaste y mantuviste la mano firme al timón”. 
A lo que el capitán respondió: “Maestro, es que sabía que estabas aquí tú. Y que a pesar de la tormenta, las olas y el viento, tú nos han enseñado a tener fe y esperanza. A tener paciencia y firmeza en el timón, porque por muy duras que sean las experiencias, siempre vendrá la paz, la armonía y todo soplará a tu favor.”
“Así es”, dijo el maestro, “esas tormentas son temporales”. Por eso, “siempre mantén la mano firme sobre el timón”. Una enseñanza que se puede aplicar para la vida en todos sus ámbitos. En el caso del terreno político, me llama la atención, la posible exclusión del grupo Morenista en el PRI. A pesar de contar con un gran trabajo en el primer distrito local, a su gente, les dejaron fuera de la candidatura.
En el segundo distrito local, que completa al municipio de Chilpancingo, también quedaron marginados. Ahora toca el turno por la candidatura para la presidencia municipal y todo apunta que también podrían ser dejados a un lado.
El punto es, que el grupo del alcalde Mario Moreno luce como excluido del panorama, lo que llama la atención, luego de que representan una fuerza política importante. Creo que hay una tempestad por ese rumbo. Se impone que el capitán se mantenga firme en el timón    
Por cierto, el personaje de aquél barco, se llamaba Jesús. Esa es la cuestión. 

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