MEMORÁNDUM

Gerardo ruano cástulo

*** La marca que distingue a los líderes

Según el libro, el toque de Midas, de uno de los autores de mayor influencia en el ámbito de la educación financiera, Robert T. Kiyosaky, todos los grandes líderes dejan una marca que sirve de legado. De herencia para la humanidad. Si nos remontamos a la historia, el mismo Jesús dejó su marca en una cruz. Uno de los más grandes inventores de la humanidad, Edison, lo hizo con dos letras LG. En tanto, el más reciente icono de la tecnología, Steve Jobs, lo haría por medio de una manzana. 

Otra manera de dejar una marca o un legado, lo constituyen los hechos y las acciones. Martín Luther King lo hizo en pro de la igualdad del género humano. Gandhi por medio de la resistencia civil pacífica. En el deporte, Michael Jordan desafiando la gravedad. En el terreno de los negocios, Donald Trump con sus impresionantes rascacielos. El mismo Kiyosaky, con sus enseñanzas didácticas y juegos de mesa.

Del otro lado de la moneda, también hay líderes que han dejado legados negativos. Ahí está la suástica de Hitler. La guerra despiadada de Bush en contra de Afganistán, en la búsqueda de apoderarse del petróleo. En el deporte, Jhonson, que era considerado el atleta más veloz del mundo, lástima que lo haría con esteroides. En nuestro país, el ex presidente Calderón con su guerra contra el narco.

El objetivo es enfocarnos en los liderazgos que han dejado buenas marcas. ¿Cómo olvidar a una madre Teresa de Calcuta, que irradiaba amor y bondad a su paso? Tampoco dejar de lado, la gran sabiduría del Dalai Lama, cuyas enseñanzas ayudan enormemente al crecimiento humano. Y en el terreno más cercano a nosotros, seguramente existen héroes anónimos que dejan su marca con enseñanzas y acciones que nos ayudan a mejorar la vida.

En el ámbito político, es admirable lo hecho por un Mandela, que resistió todo, persecución y encarcelamiento, para después convertirse en presidente de su país. Su sello o marca ha servido de emblema para muchos y hasta su figura ha sido parte de films, como el largometraje llamado: Invictus.

Más cerca de nosotros, en el campo de lo municipal, el alcalde Mario Moreno Arcos ha trabajado, dejando marcas y sellos de su paso por la presidencia. Durante su primera oportunidad, de 2005 a 2008, se convirtió en el mejor alcalde de la entidad, logrando la cifra record de obras construidas en Chilpancingo, rebasando las mil, en apego a lo que había prometido durante su campaña.

En la etapa que hoy desarrolla, que inició en 2012, se ha encargado de imponer una marca en la imagen urbana de la  capital. Comenzó por la avenida Lázaro Cárdenas y la Glorieta dedicada a Benito Juárez y las banderas.

Su sello también se aprecia en las Avenidas, Ruffo Figueroa e Insurgentes. Como ahora se ve en la Glorieta donde estaba el monumento a Colosio. Y de la misma manera, en el parque Unidos por Guerrero, cuya imagen se transformará en breve, luego de que los trabajos avanzan de manera notable.

Se podrán decir muchas cosas del trabajo del alcalde Mario Moreno, pero sin duda, su sello y marca, que será recodada por un buen rato, será su labor a favor de la nueva imagen de la ciudad. Las obras son reconocidas y disfrutadas por las familias capitalinas. La foto tradicional en alguna de estas áreas es la constante. Hasta ayer, nadie había hecho algo igual. Eso distingue al alcalde de Chilpancingo.

El punto es, que los líderes que han hecho cosas buenas e importantes a favor de los demás, dejan una excelente marca. Esa es la cuestión.