MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Los que se quedaron en el camino

Existe una anécdota ficticia que me agrada. Aquella cuando el león sufre a causa de una espina que se había enterrado en la pata. Un ratón, con la nobleza que le distinguía, se aproximó hasta a él, para después ayudarle y liberar al rey de la selva de aquél dolor. Más tarde, cuenta la historieta, que el ratón se vio en apuros, su vida estaba en riesgo y parecía que sería víctima de sus depredadores. Entonces el león llegó para imponer respeto y exigir que cuidaran la vida de su amigo. La enseñanza es muy clara: Todos tenemos un gran valor, sin importar la estatura, el color, la lengua y demás rasgos que nos distinguen.

En ocasiones, se menosprecia el apoyo de las personas. Se piensa, que por su origen, modesto muchas veces, no se puede esperar mucho de ellos. La verdad es diferente. Vivimos en un mundo, en donde el más modesto campesino, pone los alimentos en la mesa del más acaudalado. Todos somos importantes. Nadie está demás. Y lo mejor aún, que todos nos necesitamos. 
Uno de los mayores retos de la actualidad, y que ha marcado diferencia en la ruta del éxito, es la alimentación de la educación interpersonal. Aquella que nos lleva a tender fuertes y buenas relaciones con las demás personas. Esa inteligencia, hay que decirlo, después de la intrapersonal, es de las más importantes para el crecimiento humano, partiendo del hecho, de que necesitamos de vivir en sociedad, y de que en todo estamos interconectados. Hoy mismo, no tendría la oportunidad de redactar éste texto, sin la valiosa aportación de quienes trabajaron en la elaboración de la computadora portátil. 
En todos los aspectos de la vida es igual. El terreno político no escapa a esa realidad. Mucho se ha dicho, de la importancia que reviste para los partidos y sus candidatos, el apostar por la unidad. El crear una estructura fuerte. En establecer un sistema de redes que haga más fácil la comunicación y acercamiento con la gente.
El punto es, saber que habrá de pasar con quienes, ahora que se están definiendo las candidaturas, se quedaron en el camino. Me refiero, a los que han invertido tiempo para posicionarse en  el territorio. A quienes poseen buenos números de aceptación entre los potenciales electores. Uno de éstos casos, el de Bonifacio Montufar Mendoza, que aparecía, hay que señalarlo, como el mejor posicionado por el PRI, para buscar la diputación local del segundo distrito.
Sin duda, me queda claro, que si Boni, como le conocen en el ámbito político, hubiese sido ungido por su partido, tendría amplias posibilidades de ganar a un Mario Moreno Sotelo del PRD, cuyos números no son de gran impacto.
Es cierto, el ex secretario de seguridad pública de Chilpancingo, tuvo que ceder el lugar, luego de que esa demarcación fue otorgada a una mujer, pero también es, que sería un error, menospreciar el capital político que ha alcanzado. Su crecimiento suena interesante, como aporte para su partido. Creo que su inclusión en alguna tarea estratégica es necesaria para la causa del partido tricolor. 
Dadas las condiciones actuales, en donde se presagia un ambiente electoral de alta competencia, y en el que, serán las estructuras y el trabajo a ras de piso, el que habrá de definir el rumbo, se antoja que la inclusión sea uno de los ingredientes principales, especialmente de los cuadros que cuentan con buen capital político.
En éste momento, sería un error menospreciar a alguien. El ratón le devolvió la paz y tranquilidad al mismísimo león. Esa es la cuestión.

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