En la sierra de Guerrero, necesitamos reconvertir los cultivos: los que ahora son de amapola vamos a lograr que se siembren aguacate, membrillo, frijol y maíz, señaló Beatriz Mojica Morga, candidata del PRD y PT a la gubernatura del estado. De gira por la montaña, en el poblado de Tlacotepec, dijo que algunos campesinos –ante sus condiciones económicas- tienen la necesidad de sembrar amapola, pero que su gobierno incentivará la siembra de otros productos y esto lo logrará “con una inversión fuerte y con el compromiso de comprar las cosechas o colocarlas a buen precio”, detalló.
Dijo que en este tema de la amapola, todos se enriquecen, pero lo campesinos sólo reciben unos cuantos pesos, pues de una hectárea sembrada se generan 8 kilos de goma amapola. Cada kilo se lo compran a los campesinos a 13 mil pesos.
Sin embargo, la heroína (producto final de la goma de opio) tiene un precio de cuatro millones de pesos por kilo.
Especificó, que a los campesinos que estén realizando esta actividad se les ofrecerá incorporarlos a un programa para que siembren el aguacate, membrillo, frijol y maíz. El apoyo y asesoría del gobierno estatal será constante.
Dijo que no es solamente con acciones punitivas como hay que combatir la siembra de estupefacientes, sino que hay que darles opciones a los campesinos y sus familias.
Además, como parte de la recomposición del tejido social en la zona, implementará la Beca Segura para los estudiantes no importando su promedio, apoyos directos a madres solteras y jefas de familia y personas de la tercera edad, así como vivienda popular.
Aseveró que los problemas tienen que atacarse de manera integral y recordó que junto con los pobladores, cuando fungía como secretaria de Desarrollo Social, los visitó en varias ocasiones y se comprometió a electrificar “y lo logramos”.
La sierra de Guerrero no está condenada a la violencia o a la pobreza, aseguró ante pobladores y les recordó que si juntos pudieron electrificar muchas de sus pequeñas comunidades, ahora “podemos cambiar la historia del estado” por lo que los invitó a sumarse para crear “una sociedad de derechos” y que para ello saben que “no soy una mujer de escritorio, sino de territorio”, concluyó.
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