OPINION

Por Manuel Tello Zapata

Candidatura que crece, crece, crece

El gran crecimiento que ha experimentado en todas las encuestas Héctor Astudillo Flores, candidato del PRI a Gobernador del Estado, es producto de que el partido tricolor escogió en esta ocasión al mejor de sus elementos, un político que proyecta honestidad, principios, experiencia y amplia trayectoria. Es en pocas palabras, el hombre limpio que necesitamos los guerrerenses para recomenzar el camino hacia el progreso.

Las grandes concentraciones ciudadanas que Astudillo ha encabezado tanto en Acapulco como en La Montaña, Tierra Caliente, Costra Grande, Costa Chica y la región Centro,  tienen su origen en que el candidato priísta ha logrado unificar al 99.9 % de la militancia y dirigencia en su partido, así como el gran número de cuadros que están abandonando sus partidos, para sumarse a esta campaña; porque consideran que Héctor puede devolverle a Guerrero, la paz y el orden que tanto nos hace falta.

Desde hace muchos, muchos años, no se ha dado un Gobernador originario de Chilpancingo. Lo más cercano a esto fue el finado Don Alejandro Cervantes Delgado quien sin embargo, era originario de Ayutla. Es tiempo pues, dicen muchos capitalinos, de que tengamos un Gobernador nacido en Chilpancingo, que pueda poner los ojos en los problemas ancestrales de nuestra capital y atenderlos hasta lograr su total solución.

Uno de estos es sin duda alguna la dotación de suficiente agua potable. El Alcalde Mario Moreno Arcos tuvo la desgracia de sufrir el paso de los huracanes Manuel e Ingrid. Este lamentable suceso retrasó en un cien por ciento los trabajos para dotar de agua a Chilpancingo y cumplir el compromiso que hiciera el Presidente Peña Nieto durante su campaña. Mario dejará este compromiso en un 80%, lográndose reponer en gran medida, de lo que destruyeron las tormentas tropicales. 

Tocará al próximo Alcalde, que puede ser el priísta Marco Antonio Leyva Mena, en una total coordinación con el próximo Gobernador (¿Héctor Astudillo Flores?), trabajar arduamente para cumplir con la promesa presidencial. Falta poco y no se debe frenar el proyecto para que la capital del Estado resuelva finalmente ese ancestral rezago.

HABRÁ RATIFICACIÓN

A pesar de lo que se está afirmando con cierta insistencia, una vez que concluya la licencia del Gobernador Ángel Aguirre Rivero, el Congreso del Estado ratificará en el cargo interino al Doctor Rogelio Ortega Martínez, quien no cometió ninguna falta o violación a la ley electoral, con su asistencia al arranque de campaña del candidato perredista a Gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.

¿Cometió alguna imprudencia al asistir en domingo al evento michoacano? Tampoco. Porque dicho viaje no le quitó más de doce horas y en ese tiempo no se puede descuidar el trabajo oficial. Las campañas de Michoacán nada tienen que ver con las de Guerrero, por lo que no se puede hablar de parcialidad por parte de Ortega Martínez, quien en el acto de Morelia no se acercó en ningún momento a la candidata guerrerense por el PRD, Beatriz Mojica Morga.

Ateniéndonos al dicho popular que reza: “Piensa mal y acertarás”, el fondo del asunto estriba en que el Gobernador de Guerrero, hombre de izquierda, atendió una invitación que le hizo su amigo Silvano Aureoles… y las dirigencias nacional y estatal del PRD, para acompañar a otro gobernador de Izquierda: Graco Ramírez, al evento de Silvano Aureoles, quien seguramente ganará la Gobernatura michoacana.

La fracción mayoritaria en el Congreso local es perredista. No creemos que voten en contra de ratificar al mandatario interino Rogelio Ortega, porque su visita a Michoacán le da los puntos que se necesitan para lograr una votación favorable a su causa. Atendiendo a otro dicho popular que reza: “Nunca es conveniente cambiar de caballo a mitad del río”, sería absurdo que faltando tan pocos meses para que concluya la presente administración estatal, se nombre a otro Gobernador, que vuelva a comenzar al cuarto para las doce con todos los problemas que eso implicaría.

Por otra parte: Guerrero no se está incendiando como afirman los oportunistas que buscan el poder de facto, oponiéndose a que el pueblo ejerza su derecho legítimo al voto. Son muy pocos los anarquistas y “radicalosos” que siguen sacándole provecho a exigir que los 43 de Ayotzinapa regresen con vida. El Gobierno tiene los elementos suficientes para meter orden en aquellos municipios donde hoy no se hace nada para contener a los grupos disruptores y lograr que se realicen las elecciones en forma normal.

En esto mucho tiene que ver el trabajo de Rogelio Ortega Martínez, quien ha visitado personalmente todas las regiones donde se decía que no pueden entrar los políticos y ha logrado dialogar con los inconformes, desactivando de esa forma a muchos grupos como la Comunitaria de Costa Chica, los miembros del CECOP, etc. La misma CETEG le ha bajado muchas rayas a su movimiento por las negociaciones que se mantienen con el Gobierno del Estado. Le guste o nó a muchos, habrá elecciones en Guerrero, sin duda alguna.