Conciencia Ciudadana


¡El estado de Guerrero exige gobernabilidad!

Por. Raúl Méndez Díaz.
El sociólogo argentino Antonio Camou, galardonado en 1991 con el Premio “Carlos Pereyra” por su trabajo “Gobernabilidad y Democracia: Once Tesis sobre la Transición en México”,  cuenta con un interesante ensayo sobre Gobernabilidad y Democracia que se publicó en el Cuaderno No. 6 de Divulgación de la Cultura Democrática del entonces Instituto Federal Electoral en 1995.
Camou, destaca el predominio de tres componentes básicos de la gobernabilidad: “eficacia”, “legitimidad” y “estabilidad”, partiendo de algunas definiciones de la gobernabilidad, como la de Juan Rial, que la entiende como la “capacidad de las instituciones y movimientos de avanzar hacia objetivos definidos de acuerdo con su propia actividad…”; o la de Angel Flisfisch, que está referida “a la calidad del desempeño gubernamental… considerando principalmente las dimensiones de ´oportunidad´, ´efectividad´, ´aceptación social´, ´eficiencia´ y ´coherencia de sus decisiones´”; incluso la “definición de diccionario” que significa literalmente “calidad, estado o propiedad de ser gobernable”.
Los “grados de gobernabilidad” sugeridos por Camou, ayudan a entender mejor; así la Gobernabilidad “ideal”: “es un concepto límite que designa el equilibrio puntual entre demandas sociales y respuestas gubernamentales (conflictos absolutamente “neutralizados”)”.
Gobernabilidad “Normal”: “… las discrepancias (o diferencias) entre demandas y respuestas se encuentran en un equilibrio dinámico… márgenes tolerados”.
Déficit de gobernabilidad: “… desequilibrio entre el nivel de las demandas sociales y la capacidad de respuesta gubernamental”.
Crisis de gobernabilidad: “… situación de ´proliferación de anomalías´… conjunción de desequilibrios inesperados y/o intolerables entre demandas sociales y respuestas gubernamentales”.
Ingobernabilidad: “es como el de gobernabilidad ideal, un concepto ´límite´ que designa la virtual disolución de la relación de gobierno que une, por ambos lados, a los miembros de una comunidad política”.
El especialista, sugiere una agenda institucional para la gobernabilidad democrática, en la que destaca: a)- la garantía del orden Público; b)- la redefinición del esquema de relaciones entre Estado, mercado y sociedad civil y c)- fortalecimiento de las instituciones del liderazgo político. 
Todo lo anterior, nos da la pauta para comprender el “estatus” del Estado de Guerrero en la actualidad, entendiendo que la gobernabilidad no se da mediante decretos ni discursos huecos que pretendan justificar la ineficiencia gubernamental. El marco jurídico, es el mismo que le da sustento a la gobernabilidad; la aplicación de la Ley con mano firme, sin represión, darán legitimidad a las acciones de gobierno, con demandas sociales responsables que sean atendidas eficaz y oportunamente. Gobernabilidad que “logre integrar orden y libertad, justicia y eficiencia, en un marco democrático y de desarrollo socioeconómico equilibrado”. ¡El Estado de Guerrero exige gobernabilidad!
“TODOS POR LA PAZ Y POR UNA MEJOR CONCIENCIA CIUDADANA.”

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