MEMORÁNDUM

*** Astudillo; un crecimiento importante.

Gerardo Ruano Cástulo
El joven llegó y le preguntó al hombre sabio: “¿Cómo es que llegaste a ser lo que eres?” La respuesta fue: “buena pregunta. Efectivamente, antes no era ni una milésima parte de lo que soy. Las cosas cambiaron en un momento decisivo de mi vida. Por alguna razón, que desconocía, me sentía poco dichoso y feliz. Estaba insatisfecho y algo me hacía falta. Hasta que después de pensar y pensar sobre el tema, la luz llegó a mí por medio de un sueño”.

“¿Qué soñaste maestro?”, cuestionó el joven. Entonces el maestro, le contó aquellas imágenes que se le había aparecido, mientras dormía: “había ahí una multitud. Todos avanzábamos por una gran avenida. Íbamos caminando. De pronto, la gran avenida culminó y enfrente de nosotros había dos caminos. En uno de ellos, se veía un buen número de gente que avanzaba. Por esa razón, la gran mayoría decidió entrar por esa ruta”.
“Cuando me tocó a mí decidir, observé un lado repleto de gente y el otro prácticamente desértico. La verdad, mientras dormía, no supe qué decisión tomar. Ya despierto, pase tres días analizando el sueño, en busca de un mensaje para mí. Fue hasta la cuarta noche, cuando antes de cerrar los ojos para dormir, llegó a mi mente y corazón, un deseo enorme por hacer algo diferente o distinto con mi vida”, añadió.
“Hasta ese momento, me di cuenta, que el secreto para cambiar y mejorar la vida, radica en tomar el otro camino. Ya estaba en donde la vida trascurre en medio de una rutina mortal. En donde la vida es cómoda y no se arriesga. En donde solamente se piensa en uno y los suyos. En donde la prioridad son los bienes materiales. En donde, en fin, el ser humano no aspira a que pase algo bonito con su vida. Por eso opté por el camino diferente. Hacer las cosas de otro modo y hoy me siento más feliz y dichoso.” Finalizó.     
Es cierto, en la vida existen momentos especiales que nos llevan a tomar decisiones. Aún recuerdo, el arranque de campaña del candidato a Gobernador por el PRI y Verde Ecologista, Héctor Astudillo Flores, quien en una rueda de prensa, ofrecida en su casa, dirigió unas palabras, que con toda anticipación había plasmado en una carta.
Prácticamente habló del momento decisivo en su vida. De cómo la había pasado con la derrota del 2005. La forma en que pensaba en dejar la política. De cómo reflexionaba y buscaba explicaciones que dieron pie a la derrota. Hasta que llegó el día, en que su esposa, Mercedes Calvo, quien hoy hace un trabajo arduo de campaña, lo ubicó en la realidad. En el día, en que había de dar un giro a la vida para seguir creciendo.
La experiencia, al final de todo, sirvió mucho para el crecimiento de Héctor Astudillo. 
Abrir las puertas de su casa, al inicio de su campaña, fue una señal clara de su crecimiento como persona. El convertirse en factor de unidad e imán para otras expresiones diferentes a los partidos que le apoyan directamente, es otra señal que habla de que hoy vive en otro nivel.
Héctor Astudillo conoce el lado de la adversidad. Ha aprendido de lecciones fuertes. Todo eso lo ha hecho mejor persona. No es casual, que entienda que el estado requiere de orden y paz. Y por esa razón, está convertido, en la mejor opción para gobernar Guerrero. Esa es la cuestión.

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