Memorándum

*** En Tixtla; PRI puede recuperar alcaldía

Gerardo Ruano Cástulo

El maestro los envío de dos en dos a diferentes pueblos. Dicen los evangelios de la Biblia, que eran 72 los discípulos que iban a esa misión. Después de haber completado los días de trabajo, regresaron para rendir cuentas e informes. 

Las respuestas fueron diversas, ya que en algunos pueblos los recibieron y en otros no. La hospitalidad fue buena donde los aceptaron, más no todos escucharon el mensaje. En partes pudieron hacer milagros, en otros, definitivamente, no. Una vez culminadas las entrevistas sobre el saldo de la misión, algunos de sus discípulos, los de más confianza, se quedaron hasta el final, porque tenían algunas dudas y deseaban que el maestro se las aclarara.

Ya en la privacidad, le preguntaron a Jesús, “Maestro, ¿Por qué envías a varios de tus seguidores y luego les preguntas detalles del resultado de sus visitas? Tal vez, la respuesta era obvia, en el sentido de realizar una evaluación, más sin embargo, el maestro fue más allá y dijo: “Porque para mejorar, es necesario preguntar. Es importante medir hasta dónde has logrado impacto con el trabajo. ¿Cómo van a mejorar, sino cuentan con algo que indique si han avanzado o retrocedido”.

Entonces, uno de los discípulos preguntó: “¿Por eso un día nos preguntaste, quién decía la gente que eras tú?” “Efectivamente, deseaba saber, hasta donde la gente sabía que las profecías se estaban cumpliendo, y cuanta labor nos hace falta por hacer. No se puede trabajar de manera improvisada. Es fundamental, saber hasta dónde estamos o si no nos hemos movido. Porque para mejorar, es imperativo contar con mediciones.”

La historia anterior, es extraída de los evangelios de la biblia y del taller de la imaginación de Juan Francisco R., en donde se habla de la importancia de los sondeos e instrumentos de medición. El empirismo y la improvisación no son parte de los buenos líderes.

Con sus sondeos, Jesús tenía un panorama claro del grado de aceptación y rechazo que poseía en los diferentes pueblos. Lo que sin duda, hoy importa, y mucho en los escenarios electorales, puesto que los candidatos necesitan conocer sus fortalezas y debilidades, a efecto de mejorar sus estrategias.

En ese marco, creo que esa ha sido una de las virtudes del candidato del PRI en Tixtla, Saúl Nava Astudillo, quien ha encabezado una campaña intensa, de muy buen nivel y con una planeación bien cimentada, luego de contar con elementos que le han hecho contar con la mejor estrategia que lo puede llevar al triunfo.

La experiencia que tiene Saúl Nava es conocida en su municipio, como también, que es un político serio y con una visión clara de lo que necesita su gente, por lo que no es casual, que sus números tengan un crecimiento destacable. A tal grado, de que si hoy fuesen las elecciones, en lo personal, no me sorprendería que ganara y con un buen margen a su favor.   

A Saúl Nava Astudillo, se le ve en un buen momento. Ha crecido como político y persona. Eso se ve en los sondeos, puesto que tiene buenos números en confiabilidad y grado de confianza de la gente. De ahí, que tiene todas las posibilidades de convertirse en el próximo alcalde de Tixtla. Esa es la cuestión.