LA RUEDA DE LA FORTUNA

Aguas Blancas: 20 años de impunidad. ¿Cuántos más seguirán?

Por Alfredo Sarabia
Hoy se están  cumpliendo 20 años, desde que el 28 de junio de 1995, fueran emboscados y asesinados cobarde y fríamente, 17 campesinos de la OCSS, en el puente Vado de Aguas Blancas, en el municipio de Coyuca de Benítez.

Los labriegos iban a Atoyac de Álvarez a manifestarse pacíficamente  y exigir las demandas propias de la producción del campo, como herbicidas, fertilizantes, etc. Sin embargo, la muerte los acechaba, convertida esta en elementos de la Policía estatal, quienes ya llevaban órdenes precisas de sus jefes, medianos y altos de jerarquía, de detener a los hombres del campo a como diera lugar y para ello, montaron un retén metros atrás del famoso Vado.
Hasta allí llegaron dos camionetas, repletas de Hombres y mujeres, a quienes los policías obligaron a bajarse, de pronto, se oye un disparo proveniente de una de las camionetas; a partir de esto, se desata unilateralmente la balacera en contra de los indefensos campesinos, quienes aún heridos y tirados en el suelo, fueron alevosa y cobardemente rematados. Algunos salvaron sus vidas, porqué se hicieron pasar como muertos y hoy viven para contarlo.
El resultado de este acto criminal, ruin y cobarde?: 17 campesinos asesinados a mansalva y 25 heridos.
Así, a 20 años de haber sucedido esta alevosía, la impunidad sigue permeando en torno a este caso, pues si bien es cierto que hubo castigo y que hasta la cárcel fueron a dar unos, como los policías y sus jefes inmediatos, no así a los altos jefes, que no fueron ni son tocados con el pétalo de una rosa, y siguen desarrollando su vida de manera normal.
Eran tiempos Presidenciales de Ernesto Zedillo Ponce de León, y de Rubén Figueroa Alcocer como gobernador del estado de Guerrero, donde a este, y luego de las reticencias políticas, fue removido de su cargo de gobernador, siendo sustituido por su discípulo Ángel Aguirre Rivero, el mismo que por motivo de los acontecimientos criminales de Iguala, también salió del cargo de gobernador de Guerrero.
Se dice que “donde manda capitán, no gobierna marinero”, y las instrucciones de los altos mandos del gobierno estatal de no dejar pasar a los campesinos a como diera lugar, fue más que acatada por eso genízaros, con las secuelas sociales que hasta hoy en día, alimentan nocivamente a la corrupción e impunidad que  lamentablemente padecemos.
Mientras no haya voluntad ni ánimo político en los que detentan los mandos gubernamentales, la impunidad seguirá cubriendo esta situación malévola, la cual por cierto, diremos lo mismo al finalizar el sexenio gubernamental que se avecina.
Debes saber, que este asunto criminal, es parte de la guerra de baja intensidad que hemos venido sufriendo, en donde los poderosos, ya sea económica o políticamente, combaten y aplastan todo aquello que consideran un peligro para sus intereses y privilegios (ocultos las más de las veces).
Puros atolitos con el dedo nos dan, el conformismo y la apatía a los problemas que afectan la cotidianidad, más otros factores degradantes en especímenes sociales de abajo, mantienen más sólidos a los grilletes invisibles que nos impiden sacudirnos del yugo que cargamos desde hace mucho tiempo...HASTA PRONTO.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario