OPINION

Reconocimiento Definitivo

Por Manuel Tello Zapata

El Gobernador del Estado Rogelio Ortega Martínez, asistió ayer a Apango, cabecera del municipio Mártir de Cuilapan, para recibir de manos de maestros cetegistas, las instalaciones del palacio municipal que mantuvieron tomado durante más de siete meses. El mandatario estuvo acompañado por el Presidente municipal José Rivera Ocampo, a diferencia de Acapulco, Tlapa y Chilpancingo, donde los miembros del MPG destruyeron totalmente las instalaciones municipales, en Apango no ocurrió lo mismo porque a decir del líder del MPG, Gerardo Celino: “no quisimos dañar un patrimonio que es del pueblo” ¡Váya!

El Gobernador Ortega Martínez también felicitó mediante un video al priísta Héctor Astudillo Flores, por el triunfo que obtuvo en las elecciones del pasado domingo “Le expreso mi más sincera felicitación y le deseo el mayor de los éxitos en la encomienda que las y los guerrerenses, le han conferido”, señaló el mandatario. Este reconocimiento es el más importante hasta el momento y despeja dudas sobre el triunfo de Astudillo Flores. 

Rogelio Ortega se basó para actuar de esta forma en el conteo rápido del PREP, que con el 80% marcaba una ventaja irreversible a favor del candidato priísta. A pesar de los barruntos de tormenta, la elección se llevó a cabo con gran normalidad en casi todo el Estado y mucho tuvo que ver el trabajo realizado por el Gobernador, para apaciguar a las hordas salvajes que se pronunciaron en todo momento contra las elecciones. El mandatario logró sentar en la mesa de las negociaciones a los grupos más radicales y los supo convencer para que le bajaran unas rayitas a sus ánimos exacerbados. 

El operativo de seguridad que se implementó en coordinación con el Gobierno Federal también fue determinante para que las elecciones fueran un éxito, proceso donde dijo el mandatario estatal, “los guerrerenses expresamos nuestra profunda vocación democrática”. Seguramente el Doctor Ortega Martínez seguirá en la senda de solucionar problemas mediante el diálogo y la atención personal, como sucedió con los trabajadores del DIF Guerrero, que han vuelto a su trabajo luego de ser atendidos. 

De esta forma, podrá entregar el gobierno a su sucesor, Héctor Astudillo Flores, en un ambiente de concordia y buenas condiciones generales. Para tal fin, Ortega Martínez ha pedido ya la renuncia por escrito de todos sus principales colaboradores y comenzarán a organizarse los comités de entrega-recepción, para que todo esté listo dentro de cuatro meses, cuando Héctor Astudillo asuma la Gobernatura.

PERREDISTA INCENDIARIO 

Como los Chuchos (Jesús Ortega y Jesús Zambrano), dirigentes máximos del PRD a nivel nacional, veían muy chiquitos a los líderes perredistas guerrerenses, y de escasa capacidad para la campaña por la gubernatura, enviaron a Guadalupe Acosta Naranjo para que coordinara estos trabajos. Sin embargo, este sujeto le dicta su discurso a Beatriz Mojica Morga y con sus declaraciones vertidas ayer, pretende incendiar el Estado con una revuelta popular, pese a que acepta (Acosta) que el PRD no ganó la elección de Gobernador.

Este sujeto, al que por venir de fuera poco le interesa la estabilidad de Guerrero, volvió a señalar que Héctor Astudillo Flores fue apoyado por la delincuencia organizada y que lo acusarán penalmente. Si continúan Beatriz y Acosta con estas absurdas acusaciones, quienes serán demandados de manera penal, por el delito de difamación y los que resulten, son ellos.

Quizá la principal virtud del PRI, que le ha valido volver a retomar los poderes en varias ocasiones en todo el país, es que sabe reconocer cuando pierde una elección. Astudillo lo hizo hace diez años cuando el mismo domingo por la noche y sin hacerla de tos, reconoció el triunfo de Zeferino Torreblanca Galindo. Pero a pesar de que hoy las cuentas son claras e irreversibles, Beatriz Mojica Morga, movida por Guadalupe Acosta Naranjo y sus jefes Los Chuchos, siguen sin reconocer su derrota, con lo que están dando un patético espectáculo ante el pueblo de Guerrero.

DIRIGENTE MUNICIPAL VULGARCITO

Algo parecido sucede en Chilpancingo, donde el perredista Antonio Gaspar Beltrán, no digiere la derrota pese a que perdió ante el priísta Marco Antonio Leyva Mena por más de seis mil votos. Según el ex candidato perredista, se perdieron 500 boletas de una casilla. Aunque fuera cierto y se le adjudicaran a Gaspar Beltrán, no lograría cambiar en absoluto las cosas. Leyva Mena también salió afectado por esa pérdida, ya que mucha gente de esa casilla se quedó sin votar a su favor.

El perredista reclama que hubo 4 mil votos anulados. Mucha gente en las casillas votó por los 43 de Ayotzinapa, por ellos mismos, o simplemente anularon su papeleta. Y de todas formas no le hubieran alcanzado (a Gaspar B.) para derrotar a su contrincante. El triunfo de Marco Leyva también es irreversible y será ratificado el próximo domingo por la autoridad electoral.

Cabe citar que un grupito de perredistas encabezados por el dirigente municipal de Chilpancingo, Asunción Martínez, llegaron ayer a las instalaciones de Radio Capital Máxima, exigiendo que los entrevistaran Federico Sariñana y Juan José Contreras en su noticiario matutino, ya había terminado este, por lo que no fue posible abrirles el espacio. Esto enardeció a Asunción Martínez, quien amenazó con palabras altisonantes, con tomar esas instalaciones.

Se acordó abrirles el espacio en el noticiero de las dos de la tarde que conduce Cindy Campuzano. Durante la entrevista, el dirigente municipal lanzó amenazas, dicterios y disparates, por lo que la conductora tuvo que pedirle no hablara con malas palabras; pero este sujeto vulgar seguía en su tono. El director de noticias se comunicó con Antonio Gaspar Beltrán para informarle lo sucedido, pero este dijo que no conoce a Asunción Martínez y nada tenía que ver en el asunto.

Esto es falso; porque el martes hubo una marcha para exigir que el IEPC revise la elección de Chilpancingo, que obviamente organizó Antonio Gaspar Beltrán, y fue encabezada nada más y nada menos que por Asunción. Es necesario que Antonio Gaspar respete la voluntad ciudadana y amarre a sus canes. La realidad es que en esta ocasión no tuvo estructura suficiente ni logró convencer a la mayoría, sobre sus buenos oficios. Otra vez será. Hay más tiempo que vida.