Querido Diario

(Raúl Román Román)
“El precio de desentenderse de la política, es el ser gobernado por lo peores hombres”. Platón.
 ¡Tooodoooos a voootaaar!... ¡Si, señoras y señores!... El Estado Democrático, bueno, malo o peor, así lo demanda… y a la vez que es un derecho votar,  y la libertad de hacerlo o no, también somos responsables de la elección de los futuros gobernantes, atendiendo a una Cultura de la Legalidad, adonde se incluyen los valores universales de la libertad, la equidad, el respeto, la tolerancia, el diálogo, el acuerdo, la armonía y la democracia.

 Cierto, no debemos olvidar como lo han estado haciendo los gobernantes actuales, tanto federales, estatales y locales, de todos los poderes republicanos, los 43 de Ayotzinapa, pero estas autoridades ya lo olvidaron y lo omitieron… ahora, será una buena medida renovar estas autoridades  para exigir el esclarecimiento y la aparición de nuestros estudiantes.
 Mientras tanto, se debe votar por los mejores perfiles para gobernantes, sobre todos los conceptos, interpretaciones y opiniones, pues aunque entre los candidatos hay personas que siempre han vivido del erario público, saltando de puesto en puesto, o los hay de carácter bisoño, o arropados bajo la piel de oveja, aun así es una obligación ciudadana y moral, ir a votar… con la liberta de hacerlo por el que cada ciudadano elija, tratando de pensar quién podría hacer un buen papel político-social, estando ya como gobernante.
 Y aquí habría que hacer algunas reflexiones del por qué, a saber: primero porque el voto es una conquista histórica y social que costó decenas de vidas, cuando se incorporó dentro de los sistemas republicanos y se vencieron las monarquías absolutas y parlamentarias. De ahí que el derecho a votar ha sido arrancado con fuego y sangre. Lo que trajo como consecuencia que, primero votaran los más adinerados, posteriormente fue privilegio de varones, más tarde se incorporan las mujeres, y todos de 21 años como mínimo, para que después de ardientes disputas de intereses, hasta la fecha sean los ciudadanos mayores de 18 años que muestren su credencial de elector.
 A la vez, se debe de pensar que hasta este momento no existe en nuestra democracia contemporánea, otro mecanismo para elegir a los gobernantes, sino mediante el sufragio libre, secreto y efectivo, en primera o segunda vuelta, por lo que se deberá ejercer este derecho, pues no hay otra manera de elección… lo que sí, un candidato propone abiertamente someter al juicio público el desempeño de los gobernantes, lo que viene a enriquecer estas propuestas y sería muy sano y viable reformar y anexar todas las formas de separar del cargo al corrupto, al traficante de influencias, al ladrón, al farsante, al falto de preparación, al nepotista y al peor de todos:  al demagogo. 
 Ahora bien, y en un modelo geométrico, algunos pensamos que esta ecuación política es de una línea de arriba hacia abajo, o de izquierda a derecha y que así se cierra el proceso, con la elección y la toma de gobierno, y nos parece que noooo… pues sería un trazo social en círculo: se elige, se toma el poder, se consensua, se gobierna, se exigen las políticas equidistantes, la justicia, el servicio social, el respeto y la aplicación de los Derechos Humanos, para que temporalmente se ratifique o se rectifique al gobierno en turno, sea legislativo, ejecutivo o judicial. El que siga la línea recta, no tiene derecho a reclamar… el que vote, le asiste toda la razón para iniciar la lucha social.
  Habrá interpretaciones pocas o muchas, cargadas de un puñado de razones convincentes o no, pero la oportunidad es única, irremplazable, inaplazable y muy necesaria… así que todos a votar.

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