Astudillo Magnánimo

“Así como experimenté la derrota a la gubernatura y su contenido, así también le pedí a Dios me concediera saber que es el triunfo de ganar la gubernatura y me lo concedió”.

Federico Nogueda Berdeja
La reciente visita del dirigente nacional del PRI al puerto de Acapulco, vino a confirmar que el gobernador electo Héctor Astudillo Flores, tiene en todo momento el respaldo de la federación, Cesar Camacho sólo fue la circunstancia confirmadora de ese apoyo del grupo Atlacomulco que hoy ostenta el poder en el México de la era digital, donde las redes han abierto hoyos de inercias, pero también viven extremos. 

De están forma, la circunstancia de Héctor gobernador, hasta ahorita está caminando en una normalidad, donde él mismo le está dando la forma, sello,  estilo, discurso, cultura de lo que quiere hacer del próximo periodo de gobierno, un mensaje que regularmente envía es de no involucrarse en las pasiones del conflicto, donde se tenga la suficiente madurez de reconocer que se perdió o se ganó, porque la casualidad no existe. 
En el evento desayuno con Camacho Quiroz del pasado jueves realizó un ejercicio de similitudes del tiempo de los resultados de la pasada elección del 2012, donde al PRI no le fue nada bien, pero en esta elección del 7 de junio se observó recalcar el trabajo de la estructura del partido y de la propia campaña con la gubernatura ganada, 7 diputaciones federales a favor, 24 diputaciones locales, 40 alcaldías, todo fue una alegría un reencuentro con el triunfo de esa alegría que se había perdido. 
Ahí estuvo con Astudillo y Camacho Quiroz toda la estructura del PRI, el senador René Juárez Cisneros, el presidente del PRI estatal Cuauhtémoc Salgado Romero, el ex gobernador Rubén Figueroa, el diputado Añorve Baños, Héctor Apreza, Mario Moreno Arcos, el delegado del CEN del PRI en Guerrero, José Parcero López, Florencio Salazar Adame, el doctor  Marco Antonio Terán Porcayo, los alcaldes electos, los diputados federales y locales electos, el dirigente nacional del PVEM, Arturo Escobar. 
Al parecer toda la clase priista en ese desayuno se notaba contenta, parce que todos los acuerdos se han respetado, el senador René Juárez se veía reflexivo, casi satisfecho, el ex gobernador Figueroa Alcocer muy contemplativo, simplemente observando, Cuauhtémoc Salgado, con su carisma que se le caracteriza listo, siempre atento, y el gobernador electo Héctor contento, Grande en el escenario, cuidadoso, con gran energía, generoso, esplendido,  digno, caballeroso, es decir Magnánimo. 
Sólo queda que llegue el momento que Héctor Astudillo tome posesión como gobernador constitucional de Guerrero, el próximo 27 de octubre, todo ya está listo, los escenarios ya dieron las condiciones el triunfo se dio bajo una buena comunicación entre el ciudadano y el futuro gobernador, con sus alianzas, las adhesiones de los militantes de otros partidos, con el regreso de los viejos políticos, con el voto tradicional del PRI.  
La ciudadanía a pesar de las impugnaciones concedió el triunfo al PRI, al PRI le toca hoy responder a los que le dieron el voto, así lo dijo Astudillo con una emoción que lo embargaba, pero que necesita alcaldes preparados, que trabajen, den resultados, porque si hasta él que ha sido alcalde 3 veces se le ha movido la silla, por ello pidió no confiarse porque hoy se tuvo una elección atípica como histórica. 
 “Es histórica porque hace 10 años, a un servidor le tocó enfrentar a la adversidad de que el PRI dejara de gobernar Guerrero, y hace un mes los ciudadanos decidieron que un servidor ganara la gubernatura;  es atípica porque por primera vez fue concurrente, y por los propios resultados que refleja que la gente votó por quien así lo quiso hacer, se votó  por el partido y la persona”. 

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