El Filósofo De Güémez

Si no es por amor…

Por Ramón Durón Ruíz
Los cuatro enemigos naturales del ser humano son: 1.- El Miedo; 2.- La Confianza excesiva; 3.- El Abuso del Poder, y 4.- El Ego. Mientras el amor es intrínseco y natural al ser humano, el miedo es adquirido en la infancia; cuando tienes el valor de enfrentarte a los miedos, estos se debilitan entonces lo derrotas y como por arte de magia te empoderas de la vida.

1.- Los grandes miedos del ser humano son: el miedo a la muerte, el miedo al desempleo, el miedo a la pobreza, el miedo a lo desconocido, el miedo a la soledad, el miedo al abandono, el miedo a la vejez, el miedo al amor. 
El miedo, es una emoción es una emoción que brota de la imaginación y de los pensamientos negativos, que debilita tu trinidad mente-cuerpo-alma, generando un círculo vicioso en el que giran emociones toxicas como el odio, el rencor, el resentimiento, la envidia.
El miedo es la ausencia de amor, el amor es un poder que te trajo a ésta vida, que todo lo puede y todo lo transforma.
2.- La confianza excesiva desconecta tus sentidos del universo, reduce tus perspectivas de la vida, te conduce a desestimar a los hombres o a las situaciones; contexto que ha sido causa de innumerables fracasos, cuando abusas de la confianza entras a una zona de confort, que cierra caminos, trayendo consigo tropiezos y fracasos.
3.- El abuso del poder, te ciega por el momento, te hace extraviar el control, cancela tu sentido común, sin que te des cuentas te autodestruye al cerras tus puertas para acceder a la sabiduría, diluye tus dones, sienta las bases para debilitar tus bienes.
Mientras que el hombre estúpido abusa del poder, porque cree que éste es para siempre; el sabio, conociendo la temporalidad de la vida, lo usa para construir su historia, basada en un rico andamiaje de respeto, dándose un espacio y tiempo para hacer su tarea lleno de pasión, para crear, cultivar amigos, sembrar afectos y trascender con el servicio al prójimo.  
El poder más grande que posee el hombre es la palabra, su valor es ilimitado, evita minusvalorarte o criticar honras ajenas, porque la palabra nunca retorna al punto de partida sin causar estragos o elevar espíritus.
Después de la palabra, un segundo poder, es el prudente silencio, utilizado sabia y adecuadamente, ambos sirven para empoderarte de la vida, ir más allá de tus límites y construir tu historia. 
4.- El cuarto enemigo del hombre es el Ego, cuando éste te domina, se infla tu pedantería, eres un ser lleno de barniz, pero con poca raíz, te llenas de vanidad, te lleva a no saber ser agradecido, nada llena de satisfacción tu vida.
Si tu humana carnalidad se deja dominar por el desmedido Ego, sobrevives en el mundo material, pierdes tu autenticidad, extravías tu camino, buscas el vano elogio, no hay paz en tu alma, hay un vacío existencial que permanentemente te mantiene insatisfecho y te desestabiliza emocionalmente.
Un ser humano lleno de Ego, vive en el pasado, no tiene tiempo para escuchar, manifiesta un desequilibrio entre su mundo físico y el espiritual, expresa carencias afectivo-emocionales que te conducen a minusvalorar desde una palabra amable, hasta el poder de un abrazo o la riqueza de una sonrisa.
Un ego grande es la carencia de DIOS; el Ego, te conduce a sobrevivir en automático, a ponderar la popularidad y la fama, por encima de la sabiduría, a no interesarte por los otros, envidiando el éxito ajeno, viviendo en soledad, eliminando la pasión, achicándote en las grandes circunstancias, alejándote de la sana alegría, robándose tu tranquilidad de HOY… llevándose tu paz interior.  
Los cuatro enemigos naturales del ser humano, te recuerdan que “Los grandes cambios siempre vienen acompañados de una fuerte sacudida. No es el fin del mundo… ¡es el inicio de uno nuevo!”
El Filósofo de Güémez sabe que cada alborada es el inicio de una nueva oportunidad para ser feliz, por eso fiel al humor del mexicano afirma: 
“El mañanero, ayuda a transformar y mejorar el humor del día en un 95%,
así que, si no es por amor… ¡HAZLO POR HUMOR!”

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