LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por respeto a la Ley: ¡Elección Verdadera en Tixtla!.

Por Alfredo Sarabia
La elección municipal en Tixtla, por salud legal, se debe anular, razones de peso las hay. Los magistrados que tienen la responsabilidad de este caso, le están dando muchas vueltas a este asunto. No hay una explicación legal convincente para no transparentar el evento electoral del 7 de junio. ¡Hace un mes! Y aún siguen nadando de a muertito en esta cuestión, sospechosamente empantanada.
Al respecto, me voy a permitir exponer parte de lo ya publicado en este espacio: 

“…Un soberano desmadre electoral se ha vivido en la elección en Tixtla, las irregularidades vistas así lo confirman: Quema de urnas por los rijosos encapuchados (30 de 54), el candidato del PRI con una Casilla electoral dentro de su casa, zozobra, angustia en la Ciudadanía, golpes, amenazas, bombas molotov, hacen de esto, un escenario electoral en Tixtla, completamente desastroso, que hace tambalear la certeza de este evento muy distante de ser un ejercicio pacífico de la Democracia”.
“...Luego de las barbaries que desarrollaron con la seguridad que da el saberse que ninguna Autoridad intervendría, se “dieron vuelo” en los acometidos salvajes, pues la consigna era bien clara: Echar abajo la elección municipal…y lo lograron… “
Como resultado de esta violencia, solo el 16 por ciento de los tixtlecos pudieron emitir su voto, y en esa escasísima participación ciudadana, curiosa y sospechosamente resultó ganador el candidato del PRI, Saúl Nava Astudillo, quién tiene fama  personal negativa entre la Ciudadanía de ese municipio, cuna del Gral. Vicente Guerrero.
¡El 16 por ciento! Una verdadera grosería! Debes saber que Tixtla de Guerrero, fue el único municipio del estado de Guerrero y de la República donde hubo Elecciones, donde se impidió la realización de este Ejercicio de la Democracia.
Hay que decir que previo a las pasadas Votaciones del 7 de junio, todo apuntaba a que el candidato del PRD, Hossein Nabor Guillén, resultaría triunfador, de ello no había dudas, a pesar de la cercanía de la Normal de Ayotzinapa.
No obstante, no se contó con las artimañas del candidato del PRI, quién con el afán de ganar como fuera, recurrió a todo, incluyendo a estudiantes de Ayotzinapa, los cuales siempre se mostraron contrarios al desarrollo de las Elecciones y algunos maestros de la Ceteg, quienes embozados casi todos ellos, cometieron las tropelías, impidiendo con ello la instalación de 30 Casillas Electorales, haciéndole el “caldo gordo” a la consigna del priísta Nava Astudillo.
Total que no hubo una elección dentro de los parámetros que da la Democracia mexicana, pues esta rebasó los límites de disimulo que usualmente se observan en ella.
Solo 16 por ciento de los ciudadanos de Tixtla, y todo por la avaricia y codicia de Nava Astudillo. Pregunto, ¿Y los demás, y los ciudadanos restantes, no valen? ¿No cuentan? 
En esta ilegalidad electoral incurrida vista a todas luces, debe permear la nulidad del adefesio electoral del 7 de junio, con el que el candidato del PRI, Saúl Nava Astudillo, pretende maquiavélicamente ser el alcalde tixtleco.
En este contexto, la preservación de la Ley debe predominar por encima de intereses partidistas y oscuros, no hay de otra y convocar de nueva cuenta a realizar las elecciones que mañosamente  se impidieron, el pueblo de Tixtla se lo merece y tiene derecho a tener en la Presidencia a un hombre honesto y sencillo, y ello no lo garantiza el remedo electoral vivido, además, el Estado de Derecho en que vivimos y que tanto se pregona, lo exige….HASTA PRONTO.

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