MEMORÁNDUM

*** Héctor Astudillo es Gobernador; porque ha trabajado para ello.

Gerardo Ruano Cástulo
El joven llegó ante su maestro para preguntarle: “¿Existe la buena suerte? No hubo respuesta verbal en un principio. Con un ademán lo invitó a caminar hacia el balcón de la casa. Después, con una seña de la mano, le pidió dirigir la mirada al cielo. Era una noche espectacular. Las estrellas brillaban intensamente. Había una visibilidad perfecta.

Luego de un rato de admirar las estrellas, el maestro le preguntó: “¿Crees que lo grandioso e impresionante del universo, es producto de la buena suerte?” El discípulo respondió: “No maestro”. 
“Claro que no lo es”, dijo el maestro, “El universo y todo su esplendor está aquí, porque Dios ha trabajado para ello. Así en la vida, la felicidad y el éxito no son producto de la buena suerte, sino del resultado de tu trabajo. Si alguien logra que pase algo grandioso con su vida, sencillamente, es porque ha trabajado para conseguirlo. Lo ha construido en su mente, lo ha atesorado en su corazón y se ha puesto en marcha”. Selló el maestro.
En efecto, no existe la buena suerte. Todos los seres humanos tenemos la enorme capacidad de construir algo importante y valioso con nuestras vidas. Lo importante del caso, es darse cuenta que el éxito es producto del trabajo que hacemos. Es la suma de todos los pequeños esfuerzos. Es el resultado de todos nuestros tropiezos y aciertos. Es la conquista que se alcanza, como premio a nuestro valor para arriesgarnos.
En lo personal creo, ya entrando en materia política, que el triunfo de Héctor Astudillo Flores, en las urnas del domingo 7 de junio, y el que hoy sea Gobernador Electo de Guerrero, como lo ha confirmado el Tribunal Local Electoral, no es producto de la buena suerte. Y es que, si bien se podrá aducir que las circunstancias se le dieron, no habría que olvidar, que en la filosofía del crecimiento humano, existe una máxima que indica: “pon sobre la mesa lo mejor de ti y el universo conspirara para que se cumplan tus sueños”.
Revisando la hoja de servicio del Gobernador Electo de Guerrero, nos encontramos con muchos años de servicio a la sociedad. Con señales claras de buscar aportar algo positivo y distinto a la política del estado. Importante sería recordar aquella página, en la que optó por ir al PRI estatal, para las elecciones de 1999, a efecto de consolidar un proyecto que inyectara sangre fresca a ese instituto político. Tampoco podemos olvidar, que él inicia una nueva era de los gobiernos municipales en Chilpancingo, en donde se incrementa la comunicación con la gente, la obra pública es de mayor impacto y se trabaja en mejorar e incrementar la eficiencia de la administración municipal, así como la eficacia de los servicios.
El revés de 2005, bien pudo desanimarlo. De hecho le generó muchas dudas, tal y como lo compartió a la prensa. Sin embargo, con el apoyo de su familia, retomó fuerzas, recordando que los descalabros son parte natural del camino al éxito. Y en efecto, vino su regreso a la alcaldía capitalina por la puerta grande. Luego a coordinar la campaña de Peña Nieto en Guerrero. De ahí, al Congreso del Estado para aportar trabajo y mucha experiencia.
Al final, nada es producto de la buena suerte. Mantener su sistema de relaciones bien aceitado, ocuparse de su crecimiento, y por supuesto, tener fe en lo que vendría; Se han sumado, para demostrarnos, que si hoy Héctor Astudillo Flores es Gobernador Electo, es porque ha trabajado para ello. Esas son las dos palabras: “Ha trabajado”. Esa es la cuestión.

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