MEMORÁNDUM

*** Los nombres de la transición. 

Gerardo Ruano Cástulo
Era un ser humano agradecido. Se dedicaba a la venta de globos. Todas las mañanas salía con su racimo y vendía en calles y plazas públicas. Al fin de año, tenía un ritual muy especial. Iba con su racimo, por donde normalmente vendía y soltaba uno a uno los globos hacia el cielo. Esa era la manera en que agradecía a Dios por el trabajo y los ingresos que de éste obtenía. Para él, era la mejor ofrenda, que podía hacer al ser más grande del universo.

En el último año, pasó un suceso muy especial. Llegó con su ritual a la plaza central, como cada año, con los tres globos reservados para el lugar. Eran en colores diferentes: blanco, verde y rojo. Estaba culminando su oración al cielo, cuando un pequeño, que le había estado observando soltar los globos, se le acercó para preguntarle: “oiga, ¿Qué pasa si suelta el globo blanco?”
Sin decir palabra alguna, el globero soltó el blanco y subió volando al cielo. El niño estaba asombrado, por lo que ahora preguntó: “¿Qué sucede si suelta el verde? Otra vez, sin mediar palabra, el vendedor soltó el del color indicado, y ambos vieron cómo se elevaba.
El pequeño seguía maravillado y volvió a la carga con la pregunta: “¿Y si suelta el rojo?” Entonces el señor le dijo: “Antes de soltar el globo muchacho, quiero que sepas algo. No es el color lo que hace volar e ir al cielo a los globos, sino lo que llevan adentro”.
Y así es. No es el color de piel, los títulos, el dinero, la fama, el poder, y todas esas etiquetas, las que hacen mejores personas. Lo realmente valioso, como se lee en el libro de proverbios de la biblia, viene de un corazón rico. Recordar, que el texto bíblico, dice que al final de cuentas, Dios no pesa tus bienes o lo que enorgullece el ego, sino el tamaño de tu corazón.
He traído la historia anterior, por el interés que despierta la futura conformación del gabinete gubernamental. Saber los nombres de quienes habrán de trabajar de cerca, a partir del 27 de octubre, con el Gobernador Héctor Astudillo Flores.
Uno de los puntos que preocupa, en ocasiones, sobremanera, es la dichosa preparación profesional, el perfil académico pues. Hoy vemos lo que está pasando por hacer caso a esa propuesta. Y al ver los nombres, de quienes aparecen en el equipo de transición, es evidente, que Astudillo Flores, va más allá de la preparación académica. Estaría apostando por personas que poseen atributos ligados a otras inteligencias. Ahí está Florencio Salazar Adame, a quien además de su larga hoja de servicio, le distingue algo especial, la visión y oficio político.
Héctor Apreza Patrón ha crecido. Ha Jugado un papel interesante como vinculo en la bancada local del PRI. Y creo que le distingue, al igual que al hoy gobernador electo, saber valorar el sabor de una nueva oportunidad. Tulio Pérez Calvo es el ejemplo de hombre de confianza de Héctor Astudillo. No solamente por la lealtad. Sino porque además, en las responsabilidades que ha tenido, ha respondido con eficacia, entregando buenas cuentas. Mejor aún, creo que ha entendido siempre, el valor de la conciencia del tamaño del proyecto. Siempre se ha puesto bien la camiseta. Haciendo las cosas bien.
Los primeros nombres que surgen, al inicio del camino de la transición, suenan bien para el objetivo que se ha planteado el ahora Gobernador Electo, Héctor Astudillo Flores. Esa es la cuestión.

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