MEMORÁNDUM

*** Conspiración, ignorancia y Chikungunya. 

Gerardo Ruano Cástulo
Maestro, le dijo el alumno: “He tenido un sueño, mientras dormía. ¿Podría ayudarme a descifrarlo?”. El hombre del conocimiento y la sabiduría accedió con un movimiento de cabeza, y con la mano, invitó al joven a exponer lo que había soñado.

“Sucede que aparecía yo en un espacio como panteón. Las tumbas no eran en excavaciones. Más bien, eran como casas. De mal aspecto, pero en ellas vivían los habitantes de ese extraño y terrorífico lugar. Se comunicaban con voz entrecortada. No había mucha claridad en ideas o pensamientos. Cuando sonaba música, me sentía intranquilo. El sitio no era de mi agrado. Por tanto, decidí salir y comencé a correr. Los policías no permitían la salida. Los que lograban fugarse, según me habían contado, eran buscados por todas partes y algunos habían sido regresados.”
“Con todo y eso, opté por seguir adelante. Espere la hora que la gran mayoría dormía. Sin embargo, hubo quien se dio cuenta y me comenzó a perseguir. Como me le perdí, llamó a la guardia y la búsqueda comenzó. Iba tan decidido a salir, que en mi sueño volaba y brincaba a grandes distancias, como si fuese un súper héroe. Al final, cuando ya casi me atrapaban, vi una gran luz. Ya no supe si caminé hacia ella o  fui regresado para ir a una celda de ese lugar de muertos.” 
El maestro le dijo: “La sabiduría toca a tu puerta. Esa luz te está invitando a salir del mundo de los muertos vivientes. A dejar la ignorancia. A abandonar el panteón de la mediocridad y el conformismo. De ti depende. No será fácil, porque siempre hay quienes tienen interés en que no des el salto. Hay envidias y hasta un plan que busca boicotear al universo que posee la energía para ayudarte.”
Efectivamente, tal y como lo dice el profeta Oseas: “Mi pueblo perece, por falta de conocimiento”.  En los mismos evangelios, Jesús remarca: “No sólo de pan vive el hombre”. Y en el antiguo testamento de la biblia, el Rey Salomón pide sabiduría en lugar de riquezas. Y él mismo, escribe en el libro de Proverbios: que la sabiduría se pasea por las plazas y que prácticamente toca a la puerta. 
Lo anterior, porque la epidemia de Chikungunya ha rebasado a las autoridades. Hoy se habla de defunciones en diferentes lugares del país. Como siempre, la parte gubernamental negará los hechos. Sin embargo, basta con darse una vuelta por comunidades y colonias de la periferia de las ciudades, para constatar que la enfermedad se ha propagado de manera impactante. 
El punto, si bien habla de la ineficacia de la parte gubernamental, vuelve a exhibir la ignorancia en que vivimos. Nos recuerda además, que estamos viviendo en una época, en donde la sobrevivencia no depende del dinero, el poder y la fama, sino de la sabiduría. 
Falta información sobre la enfermedad. Falta más conocimiento para fortalecer las tareas preventivas. Se adolece de compromiso social, porque es grande la indiferencia. Y no se está preparado para un impacto mayúsculo. Duele decirlo, pero una conspiración en serio, como la plantean algunos libros, con armas biológicas, traería una catástrofe incalculable. Hay quien dice, que la Chikungunya es una forma gradual de avance de esa conspiración, que buscaría disminuir la población. ¿Será? Esa es la cuestión.

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