MEMORÁNDUM

*** El reto de Marco Leyva.

Gerardo Ruano Cástulo

Los ángeles estaban inconformes, así que decidieron ver a Dios para expresarle sus molestias. Se trataba de quienes tenían la tarea de escribir las páginas de vida de las personas. Su enojo, no consistía en todo lo que tenían que pasar en las hojas, en función de lo que Dios les dictaba, sino que la gran mayoría de las cosas grandiosas que ahí se plasmaban, los seres humanos no las llevaban a la práctica.

Los ángeles escribían como el guión de la película de las persona. Posteriormente, a escondidas de Dios, se iban a mirar desde una ventana del cielo, lo que hacían los humanos. Algunos apostaban que ya sabían lo que sucedería y no pasaba eso. Lo más duro del caso, es que en ocasiones veían situaciones totalmente contrarias a lo que escribían.

Al ver que no todos seguían los guiones, lo que agigantó su inconformidad, decidieron exponer a Dios una petición. Por eso, ya cerca de él, le dijeron: “Señor, no tiene caso que sigamos escribiendo todos esos guiones bonitos, que tú nos dictas para las personas, porque ellos ni siquiera les hacen caso.”

“Somos testigos, de que además, tú les hablas por medio de su conciencia, para motivarles a buscar el guión, sin embargo, la gran mayoría no parece hacerte caso. Por tal razón, te pedimos no seguir escribiendo esos guiones llenos de bendiciones, genialidad y prosperidad”, agregaron.

Entonces Dios, toda bondad, les dijo: “Entiendo su malestar, más tal vez olvidaron leer algo que llevan escritas las hojas membretadas que les he dado para que escriban”. Mandó a atraer hojas para todos y leyeron lo escrito por Dios: “Este es un contrato para que hagas el papel estelar. NO ES OBLIGATORIO. ES UNA INVITACIÓN A LA GENIALIDAD Y UNA VIDA FELIZ Y EXITOSA”. 

Los ángeles se regresaron a su trabajo, con la idea clara, de que Dios respeta la libertad humana. Y ellos, por su parte, le siguen ayudando a pasar en hojas de vida, las invitaciones que Dios hace al ser humano. (Tomado del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)

La historia anterior, viene a colación, porque sin duda, en medio de la situación complicada, pero en función de los dones recibidos, Marco Antonio Leyva Mena, alcalde electo, está llamado a hacer un gobierno con alto impacto en la capital.

La forma en que ganó la elección, indicaría que tiene un mayor compromiso, ya que además de convencer a quienes no votaron por él, tiene que reafirmar que los que votaron por él no se equivocaron. Más aún, dar un gramo de esperanza a quienes no creen en que las cosas pueden mejorar y que ni siquiera van a las urnas.

Marco Leyva, es cierto, tomará las riendas de un municipio complicado. Pero lo hará con un cierre de filas importante, en torno a su liderazgo. Del mismo modo, lo hará, en un momento histórico, cuando su partido, el PRI, tenga el control en los tres niveles de Gobierno.

Es evidente, que los hechos hablan de una página muy especial que se ha escrito para Marco Leyva. Se puede ver en su triunfo electoral, y ahora, en la gestión que se avecina.

Sin duda, pese a todas las situaciones complicadas de la capital, está llamado a hacer algo de alto impacto. A eso parece estar llamado. Esa es la cuestión.