MEMORÁNDUM

*** La cirugía del Gobernador Electo

Gerardo Ruano Cástulo
Salía de una entrevista. Ahora se dirigía al centro de redacción, en donde tenía la tarea de revisar y corregir las notas. Ya era un poco tarde, por lo que se sintió aliviado al ver el taxi que venía sin pasaje. Le hizo la parada solicitando el servicio, pero el conductor le indicó que no le podía llevar, así que se alejó a gran velocidad. Negar el servicio, cuando se llevaba la luz de libre, era una falta en la ciudad, así que tomó nota del número, a efecto de reportarle con las autoridades de tránsito. Más aún, cuando tuvo que esperar quince minutos para que pasara otro taxi.

Iba tan molesto, que no perdió oportunidad de comentar al taxista que lo llevaba, sobre lo hecho por su colega. El viaje iba sin contratiempos, hasta que la circulación se volvió lenta. Los carros iban a vuelta de rueda. Había un accidente. “Lo que me faltaba decía”, luego de ir retrasado para llegar al trabajo. Pero su rostro se llenó de asombro, cuando al llegar donde estaban los vehículos involucrados en el accidente, se encontraba el taxi que le había negado el servicio. Entonces se tranquilizó. Cerró los ojos y dijo: “Dios, por algo pasan las cosas”.
En otra ocasión, el mismo personaje se dirigía al zoológico con sus hijos. La idea era trasladarse en taxi, así que salieron en busca del transporte. No había éxito. Pasó media hora sin encontrar el servicio. La incomodidad e inconformidad ya era manifiestas.
Al ver que no había taxis disponibles, ni alguno que los quisiera llevar, optaron por trasladarse en la combi del servicio público. Tenían que caminar un rato, pero ya avanzaban rumbo a su destino. Cumplido el trayecto, después de más de una hora, llegaron al Zoológico, donde las puertas estaban cerradas. Eso ya era un complot.
Al acercarse a preguntar la razón. El guardia de la puerta le dijo: “Tuvimos que desalojar el lugar, porque una avioneta cayó hace una media hora, causando diferentes daños y pánico entre los visitantes.” Otra vez, respiró profundamente, y se dijo hacia sus adentros: “Dios, sabe la razón de los retrasos”.    
Algunos llaman a esto coincidencias. Otros le llaman, desde el punto de vista religioso, plan divino. El maestro Deepak Chopra le dice sincrodestino. Al final de cuentas, todo lo que pasa en la vida, sucede por alguna buena razón. El punto, como lo indica la filosofía del crecimiento humano, es vivir con dominio activo. Es decir, dar buena lectura a lo que pasa a nuestro alrededor, para convertirnos en verdaderos protagonistas de nuestra historia. Y entender, de manera más rápida los mensajes para tomar también las oportunidades para crecer.
Creo, que al respecto del tema, quien sabe y muy bien, por experiencia propia, es el Gobernador Electo de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, quien procesó lo ocurrido en 2005, para ganar experiencia y fortalecer los talentos, mismos que ahora le han servido para ganar la gubernatura. 
Otro hecho, la ruptura con Figueroa Smutny en el Congreso Local, cuando dejo la coordinación de la bancada del PRI. El resultado: Desde hace muchos años, es la primera vez que Figueroa pierde. A Héctor Astudillo le toca ésta etapa.
Lo más reciente, es lo de la cirugía a que fue sometido. Sucedió justo en el marco de su cumpleaños. No fue en campaña. Tampoco en su etapa como gobernante. Justo en el tiempo de organización y planeación, cuando hay un espacio de respiro. Y lo más interesante, es que al no haber fiesta de cumpleaños, si bien se perdió de muchísimas muestras de afecto; también se libró de muchos saludos indeseables, ¿O no cree usted amigo lector? Por algo pasan las cosas. Esa es la cuestión.

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