LA RUEDA DE LA FORTUNA

Contaminación en el Río Atoyac

Por Alfredo Sarabia

En el río Atoyac, sigue permeando la contaminación, y hasta ahora, no se prevé dar una solución a este grave problema. Las Autoridades Municipales del municipio de Atoyac de Álvarez (valga la expresión), que han desfilado por el Ayuntamiento, incluyendo a las actuales, nomás se han hecho como “si la virgen les hablara”, y los perjuicios ocasionados por emular al avestruz, continúan y van en constante aumento, que podría ser letal y catastrófico en un tiempo no lejano.

La indolencia de los especímenes en mención a tratar este penoso asunto, los ha caracterizado, pues el intento que se hizo por frenar un poco este mal en la Administración municipal de María de la Luz Núñez Ramos con la construcción parcial de la planta tratadora  de aguas residuales, no ha recibido la debida importancia de los munícipes, salvo el del Ayuntamiento de Pedro Brito García, pero por diversas razones, no logró “cuajar” adecuadamente ese proyecto. En tanto, el dinero invertido en esa construcción, ha ido quedando en el olvido y a merced de los malandrines, que gustosa y tranquilamente, se han “despachado con la cuchara grande” en el desmantelamiento pausado de lo que ha quedado de La Planta en cuestión.

Así, en condiciones de aguda contaminación de las aguas del citado río, se encuentran al menos 9 comunidades rurales de los municipios de Atoyac y de Benito Juárez (localizados río abajo), incluyendo la cabecera municipal de este último, las cuales, se ubican cercanamente a su cauce, y por ende, son sus habitantes los mayor exposición a sufrir algún perjuicio en forma directa debido al estado deplorable en que se observa,  pero también se encuentran en este padecimiento artificial e irresponsable, habitantes del municipio de Atoyac.

Igualmente, podemos señalar una vez más, la destrucción de ecosistemas que hace varias décadas se observaban y que permitían favorablemente realizar las actividades propias de un río de aguas cristalinas…cuando menos no tan contaminado como ocurre en la actualidad;  que es impensable tomar agua de allí (como antaño se hacía normalmente), especies de peces que ya no están porqué ya no existen las condiciones de vida de sus ecosistemas, lo mismo pasa con algunas especies de la Flora y de la Fauna Acuática, etc.

Es conocido que ha sido el drenaje de Atoyac de Álvarez, que se  descarga totalmente en el citado río, el que básicamente abona la desagradable y dañina contaminación, aunque habrá que decir que la basura tirada irresponsablemente en sus riveras, contribuye significativamente a la degradación señalada, a que paulatinamente y “a pasos de tortuga”, hace que esta inexorablemente avance, ante la indolencia, apatía y el valemadrismo oficial del Municipio, pero también tienen lo suyo en esta mala y nefasta condición, los Gobiernos de los otros dos niveles, pero de ninguna manera exime al alcalde de marras, de su gran responsabilidad en torno al podrido asunto que nos ocupa esta Columna.

Debes saber, que mientras no haya una exigencia seria y responsable de los núcleos poblacionales ubicados “río abajo” para remediar la grotesca situación por la que atraviesa el río Atoyac, los alcaldes que se miren en el Ayuntamiento atoyaquense, no moverán un ápice de sus dedos, para ejercitar acciones tendientes a restituir la calidad del magro caudal mencionado, por lo que esta criticable situación de contaminación del río,  seguirá permeando y con ello,  su agotamiento.

Es necesario subrayar, que esta nefasta situación, representa uno de los dos grandes problemas que se derivan del otrora caudaloso río.

El otro, está basado en sus orígenes, de donde parte inicialmente, que es en la Sierra, y se ha dicho con insistencia que la tala inmoderada de los árboles, ha sido causal del débil y escaso volumen de su afluente durante la época de estiaje e inclusive hasta amagos de secarse ha habido….HASTA PRONTO.