jueves, 6 de agosto de 2015

OPINION

Gobierno Realista

Por Víctor Manuel Tello Zapata
Al participar ayer en la reunión semanal del Grupo Cuicalli de Chilpancingo, el Gobernador del Estado Rogelio Ortega Martínez ratificó su intención de mantener en su gobierno una política de diálogo y tolerancia; de transparencia en el uso de recursos y de continuar recorriendo todas las regiones del Estado, para escuchar y recoger las demandas ciudadanas en forma directa.

No ha sido nada fácil para el Doctor Ortega Martínez mantener el nivel pero lo está logrando. Su política de diálogo le ha logrado tener una excelente relación con el Gobernador electo, Héctor Astudillo Flores; con la clase política priísta, aunque Rogelio no milita en ese partido; con los sectores empresariales de la construcción y del comercio en general, pero sobre todo: con los grupos del magisterio y del transporte que han entrado constantemente en ebullición, algo que se está reduciendo mediante el diálogo directo del Gobernador con sus líderes.
El actual mandatario de Guerrero puso un ejemplo muy claro para aquellos que se adjudican salarios de príncipes y reyes como sucede con los Consejeros del IEPC, y su presidenta, o Diputados y funcionarios, etc.. Rogelio Ortega instruyó a su Secretario de Finanzas que le redujera su sueldo como Gobernador, que es de 146 mil pesos mensuales, a lo mismo que ganaba como académico universitario: 40 mil pesos al mes. Dudamos que los políticos y funcionarios ambiciosos y corruptos, sigan este ejemplo.
Indudablemente se trata de un político atípico. No surgió de algún partido político sino del estudio analítico y académico de la política y sus consecuencias. Esto le ha permitido a Rogelio Ortega moverse con mayor independencia, sin escurrir el bulto ante expresiones y grupos que no son afines a determinado partido político, y a diferencia del ex Gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien nunca usaba la vía aérea, al mandatario sustituto le encanta usar avión y helicóptero, lo que le otorga una extraordinaria movilidad, que le permite estar en diversos puntos de nuestra biografía y del país, en un solo día de trabajo.
EL ORIGEN DE LA INSEGURIDAD.
Las masacres, crímenes y delitos tanto del fuero federal como el común que suceden a diario en Guerrero, están viniendo a demostrar que la inseguridad que padecemos, por desgracia con altos índices a nivel nacional, no son producto de los partidos políticos como se acusó al PRD durante su permanencia en el poder con Zeferino Torreblanca Galindo y Ángel Aguirre Rivero. Los grupos delincuenciales no tienen bandera política y actúan dirigidos por sus intereses muy personales y de grupo.
La aparición de un video donde el Presidente municipal electo de San Miguel Totolapan, Juan Mendoza Acosta, se pone tremenda guarapeta con miembros de un grupo delincuencial que opera en la Tierra Caliente, busca inculpar a este político en forma automática, sin que primero se atiendan las causas y el móvil que originó dicha borrachera, donde Mendoza Acosta ofrece todo su apoyo a El jefe de banda conocido como El Tequilero.
Evidentemente, dicho video no pudo ser grabado y subido a las redes por otras gentes más que los de este jefe delincuencial. Es posible por ese motivo, que tenga razón el alcalde electo al afirmar que fue secuestrado por ellos y lo pusieron hasta atrás, para filmar el video y darle la quemada de su vida, buscando que las autoridades electorales le quiten su cargo de Alcalde electo.
La delincuencia organizada opera en Guerrero con total impunidad. El propio gobernador electo, Héctor Astudillo Flores, podría tener problemas al inicio de su mandato constitucional, si no se reduce en gran medida el número de delitos y crímenes que se cometen a diario en Guerrero. No existe una varita mágica para reducir la inseguridad, pero los tres niveles de gobierno deben asumir tareas concretas. No es cierto que la inseguridad surja por la pobreza y la falta de oportunidades. Guerrero siempre ha sido un estado muy pobre desde siempre y nunca habíamos tenido tanta inseguridad, que es producto de asuntos estrictamente de coyuntura. Atención.
DOS PUNTOS DE VISTA.
En lo relativo a la legalización de las drogas para reducir los índices de inseguridad, tienen razón tanto el Gobernador del Estado Rogelio Ortega Martínez, como el diputado local Bernardo Ortega Jiménez y los legisladores que apoyan su postura. En los años treinta del siglo anterior, se prohibió en los Estados Unidos de Norteamérica la venta y consumo del alcohol, con lo que se elevó la criminalidad a índices históricos. La solución fue simple: el Congreso de ese país anuló la prohibición contra el alcohol y santo remedio. Los precios de ese producto se redujeron en forma automática, dejando de ser un negocio para los bandidos.
La propuesta de Rogelio Ortega tiene bases y antecedentes históricos: legalizar las drogas como mariguana, goma de opio, cocaína, etc., vendría a terminar con los altísimos precios que hoy tienen dichos productos en el mercado negro. Sin embargo, lo que afirmó Ortega Jiménez y otros diputados también es cierto: se trata de un problema que debe ser tratado en el entorno nacional. Difícilmente un Congreso de cualesquier entidad, podría legalizar las drogas por motu propio. Debe ser el país entero con sus fuerzas legislativas, quienes eleven dicha propuesta y la hagan realidad. 

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