Luis Alberto Jijón/NOTYMAS
Chilpancingo, Gro., agosto 31 del 2015 (NOTYMAS).– A unos semanas de que se cumplan dos años de las afectaciones por la tormenta Manuel e Ingrid, las familias que perdieron sus hogares en la capital continúan viviendo en casas provisionales y en zonas de altor riegos, pues la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), ha entregado 42 viviendas en el predio El Mirador de mil 100 que se construyen para los damnificados.
Tras las afectaciones en setiembre del 2013, el gobierno federal a través de la Sedatu, adquirieron un predio de 8 hectáreas, el cual tuvo un costo de 700 pesos el metro cuadro, para construir mil 100 viviendas para igual número de familias que perdieron sus hogares por la crecida del río Huacapa, desgajamiento de cerros o colapso de barrancas.
Las primeras 42 familias beneficiadas con las casas construidas por la Sedatu, tuvieron que pasar un año y cuatro meses albergados en una cancha del Instituto del Deporte en Guerrero (INDEG) y hasta el momento continúan aisladas de la zona urbana, sin trasporte ni agua y, para poder llegar tienen que caminar cerca de una hora entre lodo y matorrales o de lo contrario arriesgarse sobre la Autopista del Sol.
A dos años de distancia de la tragedia, las familias siguen con la esperanza de recibir sus hogares e irse a un lugar seguro donde vivir, pero los trabajos de las edificaciones han sido lentos y se han retrasados más de lo previsto y aún no hay fecha de entrega de los hogares.
En un recorrido por el predio, el cual se vuelve imposible por el reblandecimiento de tierra y lodo que existe por la lluvia se pudo constatar el atraso de los trabajos, en el lugar hasta el momento no hay ninguna calle construida ni acceso.
Sobresalen los encharcamientos de agua que presentan los patios de las viviendas que ya se encuentran concluidas, pero les falta que sean amuebladas, algunas de ellas se puede observar que tienen parches sobre la pared, que a simple vista parecieran que han presentado fallas de construcción, pues las viviendas son prefabricadas.
Enormes lonas, cubren parte del cerro y zanjas, para evitar el desgajamiento de tierras con las lluvias, pues hasta el momento los muros de contención que dividen a cada fila de viviendas no se encuentran construidos.
Enormes zanjas, montículos de tierra, escombro y material de construcción se encuentran regados por el terreno, que todos los domingos algunas familias damnificadas recorren para ver los avances que llevan las construcciones de lo que será sus nuevos hogares, pero hasta el momento no tiene la fecha de entrega, “y para cómo van las cosas, dudo que sea pronto”, refirió un jefe de familia, que se encontraba recorriendo el predio.
Para poder llegar, al predio hay que caminar desde la colonia La Cinca y recorrer un callejón entre el lodo y los matorrales, esto es a lo que deben de enfrentarse las 42 familias que llegaron desde el 24 de enero del 2014 y hasta el momento no cuentan con agua potable, lo que los obliga adquirir el servicio en pipas y por la distancia el precio es más elevado.
Sumado a eso la falta de trasporte público, por lo cual deben de caminar hasta el tramo carretero Chilpancingo-Acapulco a la altura del punto conocido como La Avioneta, para poder trasladarse a la escuela, trabajo o simplemente realizar compras; pues contratar el servicio de taxi genera un costo de 100 a 150 pesos dependiendo la hora. (NOTYMAS)
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