Coyuca de Benítez, Gro., 09 de septiembre 2015 (CA).- A más de cuatro meses de haber sido azotados por el efecto de mar de fondo; habitantes, empresarios restauranteros y hoteleros de playa Azul y Carrizal, agonizan y sufren las pérdidas económicas que dejaron grandes olas en sus casas y negocios en mayo pasado; manifestaron que las afectaciones ascienden a los 20 millones de pesos y no han recibido la ayuda prometida, asimismo lamentaron que en el reciente periodo vacacional de verano no tuvieron afluencia de turismo y resintieron perdidas económicas considerables.
Los habitantes de estas comunidades refieren que siguen igual o peor después del fenómeno natural, actualmente son más de 35 restaurantes, hoteles y enramadas las que continúan destruidas y al menos 70 viviendas que también fueron azotadas por la fuerza del mar, ha sido mínimo el número de personas que han sacado adelante sus hogares y negocios con sus propios recursos, la gran mayoría continúa viviendo bajo sus techos destruidos o en casa de amigos y familiares.
Pese a que representantes del gobierno de la República han hecho un sinnúmero de censos de personas afectadas, hasta la fecha los habitantes señalaron que no les han hecho llegar los apoyos prometidos, dijeron que en su momento solamente les entregaron una caja con despensa y un kit de limpieza, asimismo el gobierno federal prometió entregarles un recurso económico de cinco mil pesos, lo que consideraron una burla puesto que los daños que ellos sufrieron superan por mínimo los 50 mil pesos.
Entrevistado al respecto, el empresario hotelero de playa Carrizal, Manuel Salvador Gómez Galeana, lamentó que las autoridades federales y del estado “se hagan de oídos sordos” y no brinden los apoyos necesarios, lamentó esta situación y refirió que a el no le han hecho llegar los cinco mil pesos que el gobierno federal prometió hacer llegar a través de la Secretaría de Económica, dinero que dijo es una burla.
Especificó que en el periodo vacacional de verano que concluyó recientemente no tuvieron turismo debido a que las personas al llegar a playa Azul y Carrizal se percataban de la afectación y no se quedaban por la falta de restaurantes, ante la poca afluencia de visitantes, Manuel Salvador dijo que cada restaurante aproximadamente dejó de percibir entre 70 y 90 mil pesos por concepto de derrama económica.
Desde la zona devastada, el empresario restaurantero y hotelero hizo un llamado al gobierno federal y del estado para que ofrezcan a los afectados una verdadera solución a sus problemas, dijo que es necesaria una estrategia que les permita a todos los habitantes que perdieron sus negocios y casas de playa Azul y Carrizal, volver a edificarlas
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