MEMORÁNDUM

*** La paciencia y prudencia de Astudillo

Gerardo Ruano Cástulo
Había convivido con él durante la adolescencia. Le agradaba ser amigo de un joven sumamente inteligente. Por lo mismo, a pesar de la diferencia en actividades, mantuvo siempre esa amistad. Anton creía firmemente, que Jesús tenía una misión muy especial. No era casual, que sus palabras tuviesen un impacto impresionante en quien le escuchaba. Hablaba con propiedad y exhibía las carencias de los maestros de la ley, quienes ya le comenzaban a ver con rencor y envidia.

La cercanía que tenía, le dio el valor para decir a Jesús: “Me gustaría que ya iniciara tu trabajo especial, por el que has venido a éste mundo, para que pueda ayudarte en esa grandiosa tarea”. El joven maestro le sonrió y le dijo: “Aún no es tiempo Anton.”
Días más tarde, como los maestros de la ley, ya le andaban haciendo mala campaña, “hay un joven que cree saber más que nosotros y nos quiere dividir, sembrando en la gente ideas perversas”, Jesús se detuvo a la entrada de un pueblo. Entonces Anton sugirió: “maestro, porque no entra y habla con ellos, para que vean que usted es quien tiene la razón, y no los farsantes, que hoy manejan la ley a su modo e interés.” 
El maestro volvió a sonreír a Anton, para después decirle: “Mi gran amigo, sé que ya quieres que arda el fuego nuevo. Pero aún no es mi tiempo. Hay que esperar, para poder ingresar, no solamente a éste, sino a todos los pueblos del mundo.” (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).   
En efecto, la paciencia y prudencia son importantes en los grandes proyectos. La ansiedad erosiona, lesiona y puede derrumbar las mejores ideas. Eso lo sabe, creo, y muy bien, el Gobernador Electo de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, quien si bien anda muy activo fortaleciendo su sistema de relaciones con el ámbito federal, mantiene los pies sobre el piso.
Los hechos hablan de un político con excelente estabilidad emocional. No tiene ansias por llegar a una silla gubernamental. Envía mensajes claros de que su reto es servir bien a los Guerrerenses. Así como de humildad, para reconocer que la construcción de un Guerrero distinto, requiere de la participación de todos.
Héctor Astudillo, mantiene un buen manejo sobre sus espacios en medios y redes sociales, en el sentido de estar haciendo una enorme convocatoria, a favor de la corresponsabilidad. De que todos, desde la más modesta trinchera, hasta los espacios de mayor responsabilidad, pueden aportar para la cristalización del orden y la paz, que tanto se anhela en la entidad.
El otro mensaje positivo, lo es sin duda, el aplazamiento de la entrega recepción, a efecto de esperar a que el Tribunal Electoral emita una resolución sobre las impugnaciones de la elección. Creo en lo personal, que es cuestión de tiempo para que se confirme su triunfo en esa instancia. El punto es, que el aplazamiento habla de un político prudente y que sabe esperar los tiempos. 
Más allá de los discursos, los hechos expresan que el Gobernador Electo de Guerrero, Héctor Astudillo, es una persona paciente y prudente. Y con los pies, bien pegados al piso. Esa es la cuestión.

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