MEMORÁNDUM

*** ¿Hacia dónde está enfocada la lente?

Gerardo Ruano Cástulo
Había en aquél lugar, una montaña demasiado especial. La gran elevación dividía a dos pueblos. Para los pobladores de aquella zona, la montaña tenía carácter sagrado. Tanto así, que todo su perímetro se encontraba cercado. No se permitía el ascenso, más que a las personas que tenían algún ministerio. De ella, se habían tejido un gran número de historias fantásticas. Desde la existencia de lugares peligrosos, hasta que ahí hablaba Dios.

Gracias a la tecnología, dos pequeños se hicieron amigos. Habitaban en los pueblos que dividía la montaña. Cada quien veía una parte de la gran elevación. Por esa razón, cuando hablaron de ella, uno de ellos, dijo maravillas. De la cantidad de vegetación. Del hermoso río que bajaba por sus faldas. Y de lo grandiosa, que lucía cuando la cima estaba cubierta por nubes blancas. Era todo un paisaje fascinante. En tanto, el otro hablaba de lo árida que se veía, De la forma en que el viento levantaba la polvareda. De un lugar, inclusive, que causaba miedo.
Es obvio, que quien veía el paisaje bonito, deseaba ascender a la montaña, mientras que quien lo veía feo, deseaba vivir más lejos de ella. Ambos contaron a sus papás de sus comentarios. La decisión de los señores fue llevar a los niños a conocer ambas partes de la montaña. Cuando ocurrió esto, los pequeños se sorprendieron y se dieron cuenta, que desde donde estaban, solamente veían una parte de la gran montaña. De ahí, la gran decisión de sus padres, de llevarlos a conocer todo el entorno completo. (Del taller de la imaginación de JFR) El punto es, que nuestra lente personal, muchas veces no alcanza a percibir todos los componentes de una situación. Es una lente que percibe, solamente hacia donde está enfocada.
En la vida misma, si nuestra lente está enfocada en problemas y situaciones negativas, es lo primero que vamos a encontrar. En cambio, si el enfoque está hacia soluciones y cuestiones positivas, es lo que se habrá de aportar.
En lo personal, y entrando en materia. Me queda claro, que el asunto del bono de fin de sexenio, que hoy piden, mediante movimiento, los burócratas del estado, no es un asunto meramente coyuntural por las abundantes protestas, y para sacar raja política. Mucho menos para bajarle bonos a Rogelio Ortega en su futura aspiración al senado.
El bono de fin de sexenio tiene historia. Y tan la tiene, que el mismo ex gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, lo otorgó a los trabajadores. Por esa misma razón, el tema, por medio de pliego petitorio, ya había sido abordado por el líder estatal del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava, al gobernador con licencia, Ángel Aguirre. Y en enero reciente, al Gobernador actual, lo que se confirmó en una minuta del mes mayo, de éste año, la que se puede leer en la página de esa organización sindical. Por lo que, no es casual, ni circunstancial el movimiento.
Más sin embargo, la montaña tiene diferentes lados por donde observarse. En lo personal, veo que los trabajadores, respaldados por su dirigencia sindical, más allá de pedir algo que no se encuentra en las condiciones generales del trabajo, están pugnando, por lo que ya sabía la autoridad desde hace un buen rato. 
Adolfo Calderón, solamente es responsable de algo, de trabajar de cerca con sus bases. Y creo, que eso ha causado dolor en ciertas esferas. En especial, en el pasado proceso electoral, en donde su apoyo fue con todo a favor del hoy Gobernador Electo, Héctor Astudillo Flores, quien por cierto, parece haber dado señales de respaldo a los trabajadores. Desde el gobierno, lejos de buscar soluciones, por medio de acuerdos con el SUSPEG, parecen apostar por ir a la vía legal. Y eso, por cómo está el movimiento, suena a echarle más gasolina al fuego. No es un capricho. Existe una historia detrás. Esa es la cuestión.

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