MEMORÁNDUM

*** Una nueva oportunidad.

Gerardo Ruano Cástulo.

Lucía sumamente molesto. No era para menos. Había encargado sus campos y negocios a un administrador y el resultado era negativo. Sebas estaba decidido a entregarlo a las autoridades para que le encerraran en la cárcel e inclusive le quitaran sus bienes, a efecto de reparar el daño. Sin embargo, antes de tomar la decisión final, optó por esperar un día más, ya que su administrador no era cualquier persona. Se trataba de un amigo de años. De alguien que se había ganado su confianza en el trabajo diario.

Para buscar iluminación, salió a caminar un rato por el pueblo. Llegó hasta donde se celebraba la predicación de un maestro. Se incorporó justo cuando culminaba una parte. Se sentó para escuchar la siguiente reflexión. Y como si conociera el asunto de Sebas, el joven maestro comenzó diciendo, “el administrador corrió a decir a su patrón, que en su campo había salido una higuera, por lo cual preguntó, si debía de cortarla. Ante eso, el señor dijo: déjala un año, para ver si da fruto.”

El relato continuó: “El administrador fue al campo y durante ese tiempo cuidó y regó a la higuera, pero no hubo buenos resultados. Los frutos no salían. De ahí que se presentó ante el patrón y le informó de lo ocurrido. Al escucharle, la orden fue clara: Ve y córtala. Pero el administrador abogó por la higuera, rogando por una oportunidad. Al ver su insistencia, el Patrón accedió diciendo: Está bien. Le daremos un año más. Y si en ese tiempo no hay frutos, la cortaremos.”

Al culminar, Jesús volteó a ver hacia donde estaba Sebas y expresó: “ahora sabes lo que debes hacer.” (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)      

Jesús es un maestro de maestros en la materia de crecimiento humano. Y lo es más, cuando habla del valor de una nueva oportunidad. Su exposición majestuosa la podemos leer en la parábola del hijo prodigo, en donde uno de los hijos de un padre rico, pide la parte de la herencia, la derrocha, cae en desgracia y regresa arrepentido. El Padre no le rechaza. Le recibe y le abre la puerta hacia la nueva oportunidad.

La fecha que hoy recordamos en Guerrero, hace imperativa la necesidad de hablar, de darnos, como sociedad, una nueva oportunidad. Hoy vemos un estado lastimado por la inseguridad, la violencia y múltiples agravios. Entre todo lo sucedido y que acontece, lo bueno de todo, es que la mayoría se decidió, a ir por la vía cívica hacia los cambios. Las elecciones han dado como saldo al próximo gobernador constitucional.

Han pasado tantas situaciones, que es una bendición que nuestra sociedad hoy se encuentre en pie. Es evidente, que enfrente está el tesoro de una nueva oportunidad. Las palabras claves, son la búsqueda, entre todos, del orden y la paz. Como lo plantea el Gobernador Electo, Héctor Astudillo Flores. 

Por donde se vea, para bien de todos, es necesario retomar el rumbo. Las autoridades deben poner el ejemplo. La ciudadanía debe salir del marasmo y la indiferencia. Enfocar unidos las energías en la ruta del trabajo, en la tarea  reconstructiva, de una entidad que merece un destino mejor. 

Hoy, en el marco de lo ocurrido la noche del 25 de septiembre y la madrugada del 26, lo que se impone, es reconocer como sociedad que hemos  fallado y derrochado los talentos. Esto debe servir, sin quitar el reclamo de justicia. Como un llamado a darnos una nueva oportunidad. La tarea no es exclusiva del gobierno. Es de todos. Esa es la cuestión.