MEMORÁNDUM

*** La confianza, se gana

Gerardo Ruano Cástulo
Un peregrino había llegado a la ciudad. Iba casa por casa, preguntando por una persona. Su búsqueda lo había llevado hasta ahí, luego de escuchar los prodigios de un gran maestro. Después de avanzar unas cuantas calles, fue detenido por la guardia solicitada por los maestros de la ley. De inmediato, fue conducido hasta la casa de los sumos sacerdotes. Le acababan de dar muerte a Jesús y lo menos que querían, es que ese nombre se mencionara en la ciudad.

Ya ante los sumos sacerdotes, al peregrino se le interrogó, para saber la razón de su búsqueda. Y al mismo tiempo, desanimarle, hablándole de un Jesús que habría quebrantado todas las leyes, haciéndose llamar hijo de Dios, y que por consiguiente, su delito fue castigado con una muerte de Cruz. 
Sin embargo, el peregrino guardó silencio. No dijo nada de su búsqueda. Escuchó con paciencia a los maestros y sacerdotes. Pero llegó un momento, en el que la paciencia se agotó, fue entonces, que pidió le dejaran salir, porque no había hecho nada malo o que rompiera con las leyes, tanto terrenales como divinas.
Al cabo de un tiempo, los mismos jerarcas lo llevaron afuera, donde había ya un gran multitud. La curiosidad por saber el destino del peregrino, los llevó hasta ahí. Al ver esto, el que había guardado silencio, levantó la voz y grito: “Tanto Jesús como ustedes- refiriéndose a los maestros de la ley- han visitado todos los pueblos aledaños, y ¿saben cuál es la diferencia que encontré? Que mientras a ustedes los aborrecen, de Jesús, siempre me dijeron que le expresaron su deseo, para que se quedara con ellos. A donde llegaba el maestro sembraba esperanza. Sembraba amor. Y la gente quería tenerlo para siempre. Por eso, deseaba y anhelaba conocerle en persona”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Efectivamente, los grandes líderes producen un alto grado de confiabilidad. No es casual, por ejemplo, que hoy se escuchen muchas voces, con gran sensación de esperanza, por la pronta asunción a la gubernatura de Héctor Astudillo Flores, en virtud de la situación que padece la entidad y los atributos del ahora Gobernador Electo.
Los comentarios de esperanza, hablan de un líder que inspira confianza. No es para menos, la humildad y alto sentido de responsabilidad con que ha tomado la situación, hablan de una buena estabilidad emocional, vital para el gran reto que tiene enfrente. Creo, que el Gobernador Héctor Astudillo, por su visión, experiencia y trabajo, ya desde ahora inspira un alto grado de confianza.
Lo mismo ocurre en la sección 36 del Sindicato de los Trabajadores de la Secretaría de Salud, por sus siglas SNTSA, en donde, tampoco es casual que la gran mayoría de la base, se encuentre expresando el deseo porque su líder, Beatriz Vélez Nuñez, siga al frente de su organización.
No es casual, porque desde que Bety Vélez, como se le conoce en el ambiente político, llegó a la dirigencia de la sección, lo que más ha fluido, son buenas noticias. Comenzando por ser una líder que está cerca de su base. Pasando por el dato de saber escuchar y atender sin distinción alguna. Y de los beneficios, la lista es larguísima, podríamos comenzar por los trabajadores regularizados y pasar por los movimientos que han mejorado las condiciones de los trabajadores.
El caso es, que si hoy en la sección 36 del SNTSA, se escuchan una inmensa mayoría de voces para que siga en la dirigencia, es porque sencillamente, inspira un elevado grado de confianza. Saben de la transparencia y honestidad con que se conduce Bety Vélez. Por eso quieren que se quede con ellos. Esa es la cuestión.

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