jueves, 1 de octubre de 2015

MISCELÁNEA

Del pago de buena voluntad al presupuestado

Jesús Cayetano Norberto
Estimado lector cuando usted se encuentre leyendo estas líneas, los trabajadores de la administración pública central y paraestatal del Gobierno del estado junto con su secretario general del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava, estarán cumpliendo once días de paro estatal y de haber levantado la voz en exigencia del pago del bono sexenal e incremento de estímulos por antigüedad.

El gobierno del estado inicio la negociación poniendo en la mesa mil pesos de bono para los burócratas. Por lógica, tanto el secretario general del SUSPEG y los trabajadores, lo consideraron una completa burla, toda vez que el pliego petitorio contempla cinco mil pesos.
En un segundo round, entre las partes negociadoras, el Gobierno aflojo ante la férrea decisión de Adolfo Calderón, ofreciendo dos mil 500 pesos, como última propuesta; para concluir el paro, se reanuden las labores administrativas, y por ende se terminen los bloqueos.
No hubiera aflojado el gobierno, porque que va de mil pesos a dos mil 500 pesos, que significo  una señal que si tenían dinero, por lo que la comparecencia del secretario de finanzas en el Congreso del estado solo fue una pasarela, parecida al desfile de modas que se ofrecen en los países ricos de la OCDE.
Hoy se sabe que existe un tercer round, donde el gobierno del estado ofreció la cantidad de dos mil 700 pesos. Le subieron 200 pesos. Sin embargo, los trabajadores tienen la ilusión de que la cantidad subirá más. Y tienen la esperanza que el conflicto se termine el viernes de la presente semana.
Destacar la constante comunicación que ha mantenido el secretario general del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava con los trabajadores, informando oportunamente de las reuniones y ofrecimientos del Gobierno del estado; nada en lo obscurito, todo transparente, todo con verdad, que se traduce en que los trabajadores no se equivocaron al seleccionar a un LIDER de UNIDAD; A un LIDER, que ha cumplido su rol de ponerse al frente de este conflicto, y donde los trabajadores tienen puesta la esperanza de que los llevara a buen puerto. 
Sin embargo, después de solucionar este conflicto, Adolfo Calderón deberá realizar una gestión que los anteriores secretarios generales olvidaron; dejar estipulado por minuta el pago del Bono por fin de administración para que los trabajadores no anden pasando este tipo de martirios cada vez que se va un Gobernante. 
De esta manera se terminara el pago que el gobierno llama de buena VOLUNTAD, para dar paso al pago presupuestado. 

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