Chilpancingo, Gro., a 2 de Nov. Del 2015 Habitantes de la comunidad de Carrizalillo perteneciente al municipio de Eduardo Neri, localizaron una fosa clandestina después de que un presunto integrante del grupo delictivo llamado “Guerreros Unidos”, confesara que en varios cerros de ese poblado había varios puntos donde se enterraban personas de forma ilegal.
El presunto integrante del grupo criminal fue detenido junto con nueve elementos de la Policía Federal el pasado 28 de octubre, cuando pretendían privar de la libertad al comisario ejidal Ricardo López García, según los pobladores.
Sin embargo, habitantes de la comunidad impidieron la detención al identificar a una persona a la que se refirieron como criminal, que vestía el uniforme de la Policía Federal y acompañaba los policías en dos unidades.
Los pobladores retuvieron a las dos unidades donde se transportaban nueve elementos de la Policía Federal y Modesto Peña Celso, a quien señalan de ser integrante de “Guerreros Unidos”. Esta persona fue identificada y reconocida por ser originario del poblado.
Al momento de la retención los elementos de la Policía Federal quisieron negociar con los pobladores y les pidieron que los dejaran ir con la condición de que les dejarían al presunto delincuente, por lo que Peña Celso señaló a los federales como sus cómplices y dijo que en el interior de una de las unidades llevaban droga y armas de alto poder.
Los habitantes realizaron una revisión a las dos unidades y atrás de los asientos hallaron cuatro armas largas de alto poder, tres AK-47, mejor conocido como “cuerno de chivo” y, un barret, mejor conocido como “calibre 50”.
También fueron encontrados un kilo de cocaína, dos onzas de heroína y una bola de mariguana, mismas que se encontraban dentro de unas mochilas.
Mientras que los lugareños mantenían retenidos a las nueve personas y esperaban que al lugar acudiera personal de la Marina Armada de México, única institución en las que depositaron su confianza; Peña Celso habló y afirmó que en el punto conocido como “Los Csahuates”, se encontraba una fosa clandestina en la que había restos humanos, así mismo aseguró que en los demás cerros que rodean el poblado se encontraban más fosas clandestinas.
Elementos de la Marina Armada y de la Procuraduría General de la República (PGR), llegaron al lugar y detuvieron a los policías federales y al integrante del grupo delictivo, para después trasladarlos a las instalaciones de la PGR, en la ciudad de Chilpancingo.
Hasta el día viernes 30 de octubre los pobladores decidieron realizar la búsqueda de la primer fosa clandestina y sobre la carretera que comunica hacia Tenantla, en el lado poniente de la comunidad, a escasos 20 metros de la cinta asfáltica se encuentra el punto conocido como “Los Casahuates”, lugar donde localizaron la primer fosa.
Ahí hallaron restos humanos; una mandíbula con cuatro piezas dentales, también fragmentos de vertebra, lo que puede ser un antebrazo y un fragmento de cráneo.
Los pobladores realizaron la búsqueda junto con un agente del Ministerio Público, quien les pidió que no movieran nada y que hasta el día sábado 31 de octubre mandaría a un grupo de peritos especializados para realizar una excavación.
Tras el hallazgo de la fosa clandestina y el señalamiento del delincuente detenido, que en los cerros se ubican más fosas, los pobladores piden que se realice la búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa en sus tierras, quienes fueron desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre del 2015 en la ciudad de Iguala.
“Mire, esa madrugada del 27 llegaron muchas camionetas con gente armada, no eran los pistoleros que ya estaban aquí en el pueblo porque ya los conocíamos; eran chamacos y gente adulta que si bien tenían buenas armas, sus ropas eran sucias y desarrapadas. Pero esos que llegaron estaban todos uniformados de negro, con chalecos antibalas, grabadas en el pecho y botas tipo militar”.
En el pueblo había aproximadamente 60 pistoleros del GU avecindados en lo que ahora conocen como “La calle del Terror”; una avenida con más o menos 30 casas ocupadas por informantes y pistoleros.
Esa madrugada se escuchó el movimiento de maquinaria pesada y camiones de carga. Además, “mucho” revestimiento que la minera Gold-Corp había llevado para repavimentar el acceso principal, desapareció.
Por eso los ejidatarios solicitaron que las autoridades vayan a los cerros aledaños a buscar a los estudiantes de la Normal y, adelantaron que pueden no estar ahí, pero indican que por lo escuchado esa noche y lo declarado por Modesto Peña, es un elemento que no se debe dejar de lado.
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