MEMORÁNDUM

*** La buena conexión entre gobierno y SUSPEG.

Gerardo Ruano Cástulo
Después de un trabajo intenso, la obra estaba lista y para ser inaugurada. Los habitantes de la zona habían acariciado el sueño de contar con agua potable en sus casas. Las autoridades cortaron el listón y abrieron a las válvulas. El vital líquido comenzó a correr por la enorme red de tuberías. Como ejemplo, alguien del gobierno tomó un recipiente y lo llenó de una llave, arrancando el aplauso de la gente. La alegría era mucha. Durante años habían tenido que acarrear el agua, desde un kilómetro de distancia.

Esa noche, parecía que todos se irían a dormir felices, cuando de pronto, en tres cuadras comenzaron a decir que el agua no llegaba. Algo no funcionaba bien.
Llamaron a las autoridades, quienes contactaron a la empresa constructora responsable, para que fuese a checar el asunto. Una vez ahí, los ingenieros checaron el sistema. Al parecer, todo estaba bien. Era raro, que el agua no llegara. Así que decidieron llamar al personal que trabajó en la zona.
Los jefes de la cuadrilla tampoco entendían la situación. En tanto, un joven deseaba hablar con los ingenieros y le decían que esperara. La conclusión era, volver a excavar y revisar toda la tubería. Así que dieron la orden al joven que había querido hablar con ellos, ya que operaba la máquina.
Antes de subirse intentó hablar y no le dejaron. Ya arriba, volvió a insistir sin éxito. Entonces prendió el motor, pero movido por la conciencia, lo apagó, y exclamó: “Tengo algo que decir”. Los ingenieros voltearon muy molestos, pensando en despedirle. El joven bajo y les mostró que en la zona de distribución, habían olvidado colocar la conexión adecuada, para que el agua llegara a esa zona. Intentó decirlo durante la obra, pero nadie hizo caso. 
Todo se reducía a tener la conexión adecuada. Y efectivamente. Se corrigió el asunto. Se evitó un desgaste innecesario. Y el vital líquido fluyó hasta todos los domicilios. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)     
Durante años he escuchado hablar de la importancia de contar con un magnifico sistema de relaciones. Es una regla básica que se aprende, cuando se aspira al éxito. Creo que de eso sabe bastante el líder estatal del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava. Y creo que lo sabe, porque su asunción a la dirigencia, fue prácticamente producto de ese tejido importante de una red de amigos en todas las secciones de su sindicato. 
Ya desde la Secretaría General, Adolfo Calderón, ha dado señales claras, de la importancia que tiene, contar con la conexión adecuada, a efecto de impulsar la estabilidad, armonía y trabajo. Que es lo que más conviene a Guerrero, en estos tiempos.
Apostó por el proyecto del Gobernador Héctor Astudillo Flores, pensando en dos cosas básicas, la primera: que le vaya bien al estado; y la segunda: Que le vaya bien a los trabajadores agremiados al SUSPEG.
Ante eso, creo que las primeras señales, del nuevo gobierno y su relación con el sindicato, son muy buenas. La imagen cordial y afectiva, en donde aparece Adolfo Calderón e integrantes de su comité, con el Secretario de Finanzas, Héctor Apreza Patrón, el subsecretario de Administración, Tulio Pérez Calvo, así como el jefe de personal, Jaime Ramírez Solís, es una magnifica señal, de que la conexión es la adecuada para hacer fluir positivamente las cosas.
Creo, que Adolfo Calderón ha trabajado muy bien la obra. Y especialmente, en las conexiones, para que el sistema de relaciones haga más fuerte a su organización sindical.
 POR CIERTO, un buen ejemplo, de que el gobernador Héctor Astudillo Flores, apuesta por la vocación al servicio y el profesionalismo, es la diputada Beatriz Alarcón Adame. Ahí está, en el corto plazo, dando muestras de su trabajo. Esa es la cuestión.

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