MEMORIA COSTEÑA

Feliciano Radilla Ruiz

Nació en Boca de Arroyo, el 28 de septiembre de 1898; de acuerdo a la época y por el interés de su padre, realiza sus primeros estudios en escuela particular en Atoyac, cabecera municipal de su población. Pronto ayuda a su papá en la elaboración de tejas para contribuir a la economía familiar, junto a sus hermanos José, Julia y Emilio, mientras la efervescencia zapatista inundaba el ambiente rural del sur de México, por lo que poco a poco se va convirtiendo en un líder agrarista; influenciado por Manuel Radilla e interrumpiendo sus estudios para incorporarse a la lucha armada al lado de Silvestre Mariscal, que era el personaje más connotado de la región, se distingue por la claridad de sus ideas y el arrojo inconfundible de sus actos. 
Pronto abraza una nueva causa, pues los hermanos de Juan R. Escudero se presentan en la región buscando la promoción de los campesinos y obreros costeños, por lo que se hace militante distinguido del escuderismo a ultranza, para ayudar y asesorar a sus paisanos.
 Una vez que busca y es indultado por primera vez por el general Manuel M. Urbina en Acapulco, Feliciano regresa a su tierra y junto con los hermanos Vidales solicitan a Álvaro Obregón los créditos suficientes para construir la carretera México-Acapulco, lo que vendrá a beneficiar determinantemente a la región costeña.
 Llega al matrimonio con doña Carlota Pinzón Ramos, con la cual no hubo descendencia, por lo que más adelante, reconoce a doña Petra García de la Cruz como su mujer, con quien procreó a Antonio y a Feliciano.
 En 1926, pronto empuña las armas nuevamente, con Amadeo Vidales como guía, que proclama el Plan de El Veladero, exigiendo la expropiación de latifundios, el reparto agrario, la herencia de la revolución inmediata, la expulsión de los ambiciosos españoles que explotaban y establecían cacicazgos feroces y agresivos, así como la nacionalización de los bancos como una medida patriótica, y junto a Pablo Cabañas llegan a ser personajes connotados hasta Tierra Colorada y Acapulco.
 En 1929 se establecen en la población de Cacalutla para fundar la Cooperativa Agrícola “Unión de Ambas Costas de la Sabana”, para que en 1930 y por decreto presidencial se funde, en la hacienda de los Cortés, la Colonia Agrícola “Juan R. Escudero”, de la que escala de Consejero de Vigilancia a la presidencia del Consejo de Administración, y aun más, presidente del Partido Socialista del Estado de Guerrero, por instrucciones del general Adrián Castrejón. 
 Con atingencia política llega a cubrir una suplencia federal de diputación y en 1933 se fortalecen con la Liga de Resistencia Obrera y Campesina en contra del anti-agrarismo que permea a la región, por obra de sus caciques y del gobierno de Gabriel Guevara.
 Más tarde convoca, organiza y desarrolla en Iguala el congreso de donde surge la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Guerrero. En su etapa más efervescente y con la etiqueta de apasionado cardenista, es nombrado candidato a diputado por el P.N.R. desde donde funda cuerpos de defensa rural, conocidos popularmente como “Guardias Rojas”, y solicita al general Lázaro Cárdenas oportunidades para la escuela rural, la agencia de correos, botiquines, apoyos de crédito, plan de irrigaciones, todo en beneficio de las clases campesinas y obreras de la costa, y sigue reclamando el reparto agrario, ante las alianzas del gobernador Berber y los caciques regionales.
 Promueve la creación de la sociedad cooperativa “David Flores Reynada” de la Fábrica “Progreso del Sur”, y en 1940, del seno del congreso campesino en Ciudad Altamirano, sale fortalecido para buscar la candidatura a senador de la república, pero es asesinado arteramente en un cuarto del hotel “México” en la capital chilpancinguense, por el sicario Antonio Nogueda y a nombre del gobernador.
Descansa en paz, con el alma tranquila y revolucionaria en el poblado de Corral Falso. (Desde el hermoso “lugar de mujeres. Raúl Román Román. El Indio de Iguala).

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