En mi colonia abundan los perros callejeros debido a que hay personas irresponsables que les gusta tener perros pero no los cuidan y los dejan que salgan a las calles a tragar lo que encuentran y hacer sus necesidades en la vía publica si los tienen en sus casas abren su puerta que salgan a defecar a las banquetas de los vecinos.
Así lo dio a conocer Felipe Moreno Sánchez, habitante de la colonia Vicente Guerrero agregando que las personas les gusta tener mascotas pero no les gusta cuidarlas debido a que se criaron y crecieron en la calle donde se juntan con las manadas de perros callejeros portadores de varias enfermedades desde sarna, hasta parásitos.
Otra de las personas que se quejó de los perros callejeros es el propietario del restaurante “Valeria II”, de nombre Rafael Salas Texta, destacando que es un problema que tiene años y las autoridades de salud no han atendido para darle solución pues es todo los días que se ven perros en las calles y lo que es peor esta plaga de perros callejeros llegan hasta los lugares turísticos como el andador Paseo del Pescador desde el muelle y las céntricas avenidas.
Aseguró que “Es una manada de perros que deambulan tanto en la playa como en el Paseo del Pescador, lamentablemente nadie hace nada, defecan y se orinan en todas partes y es una pestilencia”, dijo el restaurantero quien pide que se haga una campaña para que sean retirados de la vía pública.
Añadió que es una grave contaminación pues los perros callejeros no tienen dueños, o si tienen no se hacen cargo de ellos, pero además la gente que lleva sus mascotas no se encargan de recoger sus desechos, pues los sueltan que anden libres pero no ven donde se ensucian porque no tienen la cultura de recoger los desechos de sus perros.
Recalcó que se “Hacen en las jardineras y dejan una suciedad, en todas partes y a veces la gente pisa sus excrementos y es una porquería, deberían de prohibir los perros en esta área”, dijo el prestador de servicios.
El problema ha generado inconformidad y malestar entre los prestadores de servicios turísticos, principalmente de los restauranteros, pues los perros se orinan y defecan por todas partes generando un olor fétido y una mala imagen que afecta a sus clientes.
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