Trazos…Time

*Los actos religiosos  

Federico Nogueda 
Los mexicanos todo lo terminan en fiesta, la bienvenida al Papa jesuita Francisco fue toda una algarabía de colores y obsequios. Aunque el Papa fue duro y directo en sus menajes. Jorge Mario Bergoglio llega a nuestro país con un mensaje consolador para las experiencias personales y con la de nuestros rivales, pide que se ore contra las personas que nos han hecho daño, en un país donde la violencia es pan nuestro de cada día.

Cita el evangelio de Mateo “El amor hacia los enemigos”, “Amad a tus enemigos, bendice a los que nos maldicen, hacer el bien a quien te aborrece”, por supuesto el sumo pontífice ve ese México dividido.
No obstante, su arribo lo presidió un motín de aproximadamente 49 muertos en Monterrey, como asesinatos, con la esperanza de que los hubiera recibido los padres de los 43 desaparecidos alumnos de la Normal de Ayotzinapa. 
El jesuita es el Papa número 266 de la Iglesia Católica, el primer Papa no europeo en mil 300 años, primer latinoamericano, que está rompiendo con el protocolo del estado Vaticano, quizá por llevar el mensaje de sencillez, sensibilidad y carisma.
Es lógico que observa una gran desesperanza en nuestro país, con un mensaje sencillo pero agudo cuando dijo a la clase política del país en Palacio Nacional: “Que cada vez que se busca un camino de privilegio o el beneficio de unos pocos en detrimento de los demás tarde o temprano la vida se vuelve un terreno fértil para la corrupción y el narcotráfico”.
Y abundó, “que la exclusión de las culturas crea una gran inconformidad, para acelerar el tráfico de personas, el secuestro y la muerte, para frenar el desarrollo de los muchos. 
Habrá que preguntarse entonces si la llegada del papa ¿trae aparejada algunas expectativas o esperanzas?, quiero pensar que si, que haga reflexionar a todos los sectores sociales, ya que el catolicismo está sufriendo varias conversiones de algunos católicos. 
Por otra parte también otras religiones en nuestro estado hicieron actos de presencia como fue la Iglesia de la Luz del Mundo, quien ayer domingo realizaron a nivel nacional  miles de bautismos y el puerto no fue la excepción.
Con una presencia de cerca de ocho mil personas que cedieron cita en el Zócalo de la ciudad, ahí se pudo presenciar al aire libre su bautismo, algunos convergieron de su pasada religión a la de la Luz del Mundo.
Se tuvo la oportunidad de entrevistar al ministro de culto Carlos Antonio Montemayor, quien un poco emocionado relató el significado y el objetivo de estos eventos en masa, es el de rescatar al ciudadano de su espiritualidad, acercarse al amor a Cristo, con cerca de 50 mil personas en todo el país.
También se observó que en el sentido social su fin es sacar a la persona de los vicios, ya no va hacer un tomador, un irresponsable, porque antes de bautizarse tuvo que hacer muchas reflexiones hacia su nueva vida que va a empezar. 
En el evento estuvo el representante del gobernador del estado, el director de Normatividad de la Secretaría General de Gobierno, Ramón Alonso Ramírez, el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, el secretario General del Ayuntamiento, Daniel Meza.
En su mensaje el alcalde dijo ser respetuoso de todas las religiones y mientras promuevan y procuren ciudadanos que vayan por el buen camino social, pues adelante serán consideradas dentro de un marco social que abone al puerto y al estado. 

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