ZONA CERO

Los enemigos de Evodio

Roberto Santos 

Han de ser muy fuertes los intereses que el presidente municipal de Acapulco ha pisado que ha recibido una andanada de duras respuestas por parte de quienes actúan como pandilleros, buenos para golpear pero malos para construir, y que se asumen como los mosqueteros de Luis Walton

Al parecer, el pecado de Evodio Velázquez Aguirre es haber reconocido que la de Luis Walton fue una administración que dejó más faltantes de los que informó en el cambio de estafeta, para que dentro del Movimiento Ciudadano se formara un grupo que actúa como de choque, que lo mismo se lanzan hoy en contra del joven político que mañana lo acusan de otra situación. 

Vergüenza debería de darles a los mosqueteros de Walton, quienes jamás realizaron crítica alguna en contra de este empresario gasolinero, por administración tan nefasta que realizó en el puerto. 

Recibir presiones y amenazas como ha sucedido en los últimos días, hace pensar que es un solo grupo o que existe coordinación entre ellos para afectar la imagen del presidente municipal. La hipótesis no es descabellada cuando los acontecimientos concuerdan en tiempo y en el objetivo. Es muy raro que las acciones políticas y criminales se junten en clara coincidencia. 

Lonas con amenazas, señalamientos en contra del presidente municipal y anuncios de bombas en el ayuntamiento, habla de que la cosa es más grave, y no es un asunto simplemente poselectoral. 

Delicado sería que esto viniera de ese grupo político que lo ha venido atacando seguramente para proteger sus intereses que han sido afectados con la llegada del PRD a la presidencia municipal, o que existiera coordinación con un grupo de malosos para intentar tumbarlo de la silla edilicia.

Que renuncie el alcalde o solicite licencia puede ser el principal objetivo de sus ya declarados enemigos  políticos, que lo logren está difícil, porque llegó con el apoyo de la ciudadanía, esa que rechazó a Movimiento Ciudadano, y porque a nadie conviene que se genere inestabilidad política en este importante destino turístico, ni al gobierno del estado ni al federal, por lo que sería interesante que la PGR iniciara una investigación acerca de quiénes son esos que montan las lonas amenazando al presidente, quiénes anunciaron la bomba en el ayuntamiento, y saber si son los mismos o existe coordinación o no con  ese que ha sido llamado brazo político que lo ha venido golpeando mediáticamente. 

Y es urgente, porque las amenazas de bomba ya se sitúan al nivel de terrorismo y reflejan un nivel grave de trastorno mental de quien ha organizado esta estrategia de presión. Hay una mentalidad patológica detrás de esto, eso sin duda. 

 Por eso, vale decir que si ya se atrevieron a llegar a tanto, es probable que este grupo que está recurriendo a estas medidas tan peligrosas no se detenga en la simple solicitud de permiso del alcalde y pretendan hacer algo mucho más grave, porque las acciones, como se ven, van escalando de nivel. 

Entonces, es urgente que el alcalde tome mayores previsiones en su seguridad personal, porque sus enemigos se miran tan rabiosos que parece que nada los contendrá y nadie sabe si tienen o no límite alguno. Bien valdría la pena que el gobierno del estado y el federal tome cartas en el asunto, y prevenir algo que puede tener funestas consecuencias.

Hay que destacar que los partidos políticos están obligados a respetar la ley y que sus acciones primarias debe ser la de coparticipar en la construcción de un mejor estado, de una mejor sociedad, más armónica, y que todo debe ser en función de buscar el bien común; el bien de todos.