MEMORÁNDUM

*** Volar hacia la libertad.

Gerardo Ruano Cástulo
Se escuchó la orden: “Saludar ya”. Entonces, todos los pilotos levantaron la mano e hicieron lo propio, en señal de respeto a la autoridad del mando superior. No se trataba de una ceremonia. Era la entrega de una misión. La situación extrema obligaba a enviar a un grupo de ataque aéreo. Estaban considerados como la última esperanza, para alcanzar la libertad de su pueblo.

El mando superior leyó el documento oficial, en el que se concedía el mando de la misión al capitán Anton, quien juró dar la vida, si era necesario, por la libertad de su pueblo.
Terminado el acto, los pilotos se reunieron en torno a su capitán. Éste les explicó la estrategia. Al final preguntó: “¿Alguna duda?”. Alguien levantó la mano, pidiendo autorización para hablar, lo que le fue concedido.
“Sólo quiero que sepa señor, que yo también estoy dispuesto a dar la vida por la libertad de nuestro pueblo”, dijo con voz fuerte. Las palabras impactaron hondo en el grupo, y en respuesta, uno a uno de los pilotos, fue diciendo: “Yo también”.
Se unieron en un gran abrazo de grupo. Su capitán expresó entonces: “Hoy volamos hacia la libertad”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Efectivamente, los grandes vuelos no se registran para dar la batalla contra los enemigos, sino para alcanzar grandes empresas en la vida. Se vence al alcohol, para vivir en sobriedad. Se dejan ciertos alimentos, para vivir más saludable. Se deja el conformismo y la indiferencia, para buscar más armonía en todos los ámbitos.
Creo, que todo éste tema, lo tiene muy claro el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores. Y es así, porque más allá de todo lo que implica el tema de la seguridad pública, el gran fin que mueve el vuelo, es el de alcanzar la paz y armonía social.
No se trata de simples reuniones con la federación o con el grupo de coordinación Guerrero. Tampoco se trata solamente de poner en marcha batallones de policía acreditable. Sino de un vuelo, que busca un fin más grande, que al final, debiera ser el que moviera a toda la sociedad, así como en la historia, a los pilotos en torno a su capitán.
El comentario sobre la amapola o cualquier enervante para usos medicinales, más allá de la polémica, es un indicio claro, de que se busca ir a las raíces del mal, a efecto de buscar un futuro mejor para la entidad.
Creo, que los hechos demuestran, que hoy, justo hoy, en Guerrero gobierna una persona de trabajo. Un gobernante, Héctor Astudillo Flores, que durante su trayectoria política, se ha distinguido por su transparencia y honestidad. Esas prendas, lo mantuvieron fuerte en los momentos más complicados de su carrera.
No olvidar, que recibió un barco a la deriva. Hoy ese barco lleva rumbo y un buen capitán. En Guerrero se siente la presencia del Gobernador. Se ve en el turismo. Se aprecia en las situaciones de contingencia. En las acciones en materia de seguridad pública. En el apoyo a los emprendedores. En el impulso al desarrollo regional que se vendrá con mayor vigor. En la concretización de un mapa, plan de desarrollo, como guía para escribir una página distinta.
Por los hechos, el Gobernador Héctor Astudillo está apostando a un gran objetivo. No se trata de vencer enemigos. Sino de ir en pos de la paz. Y ojo, nadie ha dicho, creo, que sea una tarea fácil. Lo fácil, es ver esto cómodamente desde un escritorio o un gran sofá.
¿Quién más, se abraza en ésta gran empresa? Esa es la cuestión.

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