MEMORÁNDUM

*** La bondad es el camino

Gerardo Ruano Cástulo

Revisó sus bolsillos, traía ahí los últimos cien pesos. No eran momentos fáciles en la economía, así que levantó la vista al cielo y pidió a Dios iluminación, para saber qué hacer con ese dinero. En respuesta, escuchó que le sería mandada una señal.

El toc, toc, de la puerta, le hizo romper ese momento de espiritualidad. Se trataba de su pequeño vecino. El que siempre le hacía mandados. “¿Se le ofrece algo”, dijo el menor.

Sobre la mesa estaba el recibo de la luz. Era una cuenta de 90 pesos, y con la propina del niño, se completaban los 100 pesos. Se quedó unos segundos pensativos. Entonces, el pequeño le interrumpió: “Mándeme a hacer algo, porque necesito comprar una cosa para la escuela”. El hombre le respondió, “por ahorita no”. 

Más tarde vino a la casa un conocido. Venía desesperado. Le pidió ayuda, para lo del tratamiento de una enfermedad. A cambio le daría un cachito de lotería para el sorteo del día siguiente. Se compadeció, al pensar que esa era la señal del cielo. Enseguida le dio el dinero. Más tarde puso el cachito de lotería en el altar de sus imágenes religiosas.    

Al día siguiente, se levantó muy temprano y fue al puesto de revistas, donde se publicaban los resultados del sorteo. Buscó una y otra vez. Todo fue en vano.

De regreso a casa vio que el carro de la empresa de electricidad se iba. Su presentimiento era cierto. Le habían cortado la luz. Frente a su altar de imágenes, volvió a buscar comunicación con Dios, para decirle: “De nada me sirvió ayudar a un hombre que necesitaba con urgencia el dinero. ¿Dónde está tu bondad y amor señooor?”.  

Entonces Dios le dijo, “hazte la siguiente pregunta: ¿Realmente le ayudaste desinteresadamente o esperabas ganarte la lotería a cambio?” (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)

Estoy convencido que el mundo avanza gracias a la bondad. Los grandes avances se registran debido a la mente creativa de quienes aportan en bien de la humanidad. La bondad mueve a buscar lo mejor para los hijos. A vivir en una sana convivencia con los demás.

Hablamos de la bondad, que antes de pensar en otra cosa, busca dar un beneficio a los demás. Aquella que se encuentra libre de la ambición. Lejos de los intereses ocultos. Y creo en lo personal, que esa cultura ha ido creciendo gradualmente en los últimos años. Recordemos que en las campañas políticas se ha hablado de la importancia del amor entre los semejantes. Se ha invocado a Dios como fortaleza para llevar a cabo campañas exitosas y buenos gobiernos.

Por eso hoy vemos, ejemplos de políticos que han crecido, en función de la bondad. Sirven a los demás con toda la pasión, y en consecuencia, sus proyectos han crecido. La única forma de recibir, es dando. No existe otro camino.

Ahí está la trayectoria de la actual diputada federal, Beatriz Vélez Nuñez, quien llega al sindicato de Salud, concretamente a la sección 36, con el objetivo de unificar a la organización y recuperar la credibilidad en la dirigencia sindical. Primero se ocupó de dar. En consecuencia, el proyecto ha crecido. Ganó un amplio respaldo y su presencia rebasó las fronteras, para competir en urnas por la diputación que hoy ostenta. Muchos actos buenos ha hecho la legisladora federal, y por esa razón, es natural el crecimiento que registra. Hoy, sigue enfocada en dar.

También está el caso de la diputada local, Beatriz Alarcón Adame, a quien se ha identificado por trabajar cerca de la Sra. Mercedes Calvo de Astudillo, de ahí, que siempre apegada a un proyecto, que antes de recibir, ha pensado en servir a los demás. Por eso, hoy desde el Congreso da muestra, de que ha llegado a aprovechar la oportunidad, para hacer algo más positivo por la gente. 

Es así, porque su llegada es resultado de un trabajo constante de servicio a los demás. De dar, sin esperar a cambio algo. 

La bondad, es el camino para crecer. Esa es la cuestión.