MEMORÁNDUM

*** La vocación de servir del Gobernador

Gerardo Ruano Cástulo

La noticia que corría por el pueblo, era que el maestro había resucitado. En todos lados se hablaba del tema. Un grupo de niños también platicaban del hecho fantástico. En particular, uno de los pequeños se mostraba demasiado entusiasmado. No era para menos, se trataba de aquél niño, al que Jesús había cargado, cuando dijo a sus discípulos: “dejen que los niños vengan a mí”.

Era el niño, al que Jesús pusiera de ejemplo, para decir, que quien sea como un niño, tiene más posibilidad de ganar el cielo.  

Ahí, junto a sus amigos, ahora comentaban sobre lo grandioso que era morir y vivir de nuevo. “¡imagínense, lo poderoso que es Jesús, que puede vencer a la muerte!”, les decía.

En eso estaban, cuando un aire especial se sintió en el ambiente. El aire provenía de lo alto, así que elevaron la vista, encontrándose con algo espectacular. Se trataba de Jesús que bajaba justo hacia ellos.

El pequeño que había sido cargado por el maestro, exclamó con gran sorpresa: “¡vuelas Jesús!”. El resucitado le sonrió, para después decirle: “¡Ven, te invito a volar conmigo!”. El niño dijo que sí inmediatamente. Más luego se detuvo para preguntar: “¿Pueden venir mis amigos con nosotros?”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.) 

Eso es lo grandioso de los niños. Están libres de malicia y egoísmo. Desean volar, pero llevando a sus amigos con ellos. De eso precisamente se trata el asunto, de poner nuestros dones y talentos al servicio de los demás. Todos tenemos algo especial, que podemos dar a otros.

En ese contexto, existen quienes han sido llamados a servir desde el ámbito público. Como es el caso de quienes nos gobiernan. Desde la esfera de su competencia, tienen la grandiosa tarea de incidir para mejorar la calidad de vida de las personas. Sembrar la esperanza, de que es posible ir creciendo.  

Lo anterior, me recuerda la forma en que el Gobernador Héctor Astudillo Flores ha venido trabajando con las zonas más marginadas del Estado. Se ve en la mano solidaria mostrada, ante los daños causados por las lluvias atípicas recientes con fuertes vientos, especialmente en la montaña de Guerrero. 

La atención y entrega de apoyos fue oportuna. Lo mejor del caso, es que se ve la presencia de un gobernante, que gusta de estar en tierra, cerca de la gente.

El DIF estatal, que preside la Sra. Mercedes Calvo de Astudillo, también ha intensificado sus labores en esas zonas de la entidad. La coordinación entre las dependencias ha sido un signo muy positivo. También es palpable el trabajo responsable de la Secretaría de Asuntos Indígenas, hoy en manos de Gilberto Solano Arreaga, a quien se ubica por su gran espíritu de pertenencia y compromiso social.

La atención a los damnificados de la montaña es un ejemplo claro de los objetivos que tiene el Gobernador Héctor Astudillo Flores. 

No se trata simplemente de la atención oportuna. Sino de visualizar, que hoy gobierna alguien que tiene su talento puesto al servicio de los demás.

Por años, hay que decirlo, hemos sido testigos de indiferencia y hasta saqueos. 

Es evidente, que el mandatario estatal, a diferencia de eso, trabaja libre de egoísmos y mezquindades. No está en el cargo para amasar una fortuna, sino como dice la historia que da entrada a ésta entrega, buscar elevar a Guerrero.

De eso, se dan cuenta, quienes hoy ven a un Gobernador, Héctor Astudillo Flores, que tiene como premisa el trabajo. Esa es la cuestión.