MEMORÁNDUM

*** Indiferencia y conformismo, parte del problema.

Gerardo Ruano Cástulo
Llegó a aquél templo especial, donde decían se podía hablar con el maestro. Iba un tanto incrédulo, porque el maestro había muerto hace dos mil años y resucitado, para después irse, por su propio poder, de éste mundo.

Sin embargo, motivado por la curiosidad, fue que decidió hacer esa visita especial. Ya enfrente de una imagen del maestro, comenzó a decir: “Si en verdad me escuchas, quiero que me aclares algunas dudas”.
No hubo respuesta a su pregunta. Volvió a insistir: “Si me oyes, dime algo maestro”. Nada. Todo seguía en silencio en aquél templo. Así lo volvió a intentar, sin encontrar retroalimentación. Entonces, decidió salir del lugar. Ya iba cerca de la puerta, cuando escuchó una voz que le decía: “Amigo, tengo días sin comer, ¿Puedes ayudarme?”. Se trataba de un hombre que lucía cansado. Era palpable su necesidad de alimentarse.
Conmovido por la situación, le ayudó a ponerse de pie. Luego caminaron juntos, hasta una pequeña posada, donde vendían comida. Se sentaron a la mesa y comieron hasta saciarse. El hombre agradeció la invitación, para después preguntar: “¿Encontraste lo que buscabas?”.
La respuesta fue: “Si. El maestro está vivo. Y no tengo que estar todos los días buscando su voz en los templos, cuando su voz clama en las calles, con tanta hambre y sed de nuestra gente”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
La indiferencia y el conformismo son el resultado del egoísmo. Del pensar solamente en nosotros mismos. Cuando únicamente interesa resolver los problemas propios, sin importar lo que ocurra con los demás. Grave error, porque todos estamos interconectados. La frustración de unos puede afectar a otros. La ira de una persona, suele lastimar a más. El hacerse de la vista gorda, suele ser cómplice de calamidades.  
La situación es clara. Se impone buscar ser parte de la solución de los problemas y no ser más parte del problema. Creo, por el slogan que enarbola, es lo que busca el Gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores. Se lee así: “Guerrero nos necesita a Todos”.
En la misma dinámica, se ubica lo que pretende el alcalde capitalino, Marco Antonio Leyva Mena, con el slogan: “Todos somos Chilpancingo”. Y se ve así, porque en ese sentido, se aprecia la toma de protesta del comité de consulta ciudadana, realizada en Casa Guerrero.
Involucrar a todos, no es quitar responsabilidad a la autoridad, más bien, es compartir el poder para generar cambios positivos en la sociedad. Y no hay otro camino. Recordar, que el todo es más que la suma de sus partes.
Romper los moldes de la indiferencia y el conformismo, debe pasar, forzosamente, por un esquema diferente de participación ciudadana. El involucrar más a la gente en la toma de decisiones, debe ser una prioridad. Así lo parecen concebir, el Gobernador Héctor Astudillo y el alcalde Marco Leyva.
No se trata solamente de slogans. Sino de esa apertura a la sociedad para que participe. La toma de protesta realizada en Casa Guerrero, es también un buen mensaje para la gente de la capital. El Gobernador se la juega con Chilpancingo. El Gobernador le apuesta a invertir con la participación de los capitalinos.
Creo, que Marco Leyva, así como el grupo ciudadano que ha cerrado filas en torno a él, han recibido un gran respaldo de parte del Mandatario Estatal. Lo que se impone, es que más gente de la capital, se sume en esa dirección propositiva. En la dirección de la solución de los problemas. La indiferencia y el conformismo, no han sido la mejor opción. Esa es la cuestión.

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