MEMORÁNDUM

*** El debate interno

Gerardo Ruano Cástulo
Llegó al pueblo con una sola finalidad. Ver al maestro. Le habían comentado que era el hombre más sabio de la región. Su objetivo: retarle a un debate público de conocimientos. Quería demostrar, que sabía más que él.

Luego de preguntar, encontró el camino hacia la humilde vivienda. Se instaló en la puerta. Desde ahí gritó: “Maestro, como te llaman tus seguidores, he venido aquí a retarte a un debate de conocimientos. Quiero demostrar a todos que eres un farsante. No cuentas ni con la mitad de los estudios que tengo. ¡Sal y debatamos!”.
No hubo respuesta alguna. Nadie salió de la vivienda. Entonces, volvió a insistir: “¿Acaso eres un cobarde?, tienes miedo a quedar en ridículo”. El silencio siguió imperando. Molesto por ello, tomó la decisión de entrar tirando la puerta, lo cual consiguió rápidamente. 
Se encontró con un hombre que yacía sentado frente a un espejo. “¿Qué haces?”, dijo el enfurecido visitante. El maestro respondió: “Estoy debatiendo”. Aquél, soltó la carcajada: “jajajajaja”, para después agregar: “No veo con quién debates.
Lo que dijo el maestro, le dejo pasmado: “Debato conmigo mismo. Porque antes de conquistar al mundo. Debo conquistar al que vive dentro de mí. Debo aprender a controlar la soberbia”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
El compararse con los demás, es una manifestación clara de un bajo coeficiente emocional. Es una señal de inseguridad. De una baja o pésima autoestima. Sin duda, antes de pensar en conquistar al mundo, se debe trabajar en la conquista de uno mismo. En tomar el control interno.
Cuando recuerdo las elecciones recientes del Municipio de Tixtla, la ordinaria y extraordinaria, la gran diferencia fue una: “La calidad humana de los candidatos más fuertes para la presidencia”. En ese rubro, quien lució siempre más fuerte, lo era el actual alcalde Hossein Nabor Guillén.
Los sondeos de opinión indicaban, que la mayor fortaleza del Partido del Sol Azteca en ese municipio, era precisamente su candidato. En tanto, el PRI apostaba a mantener vigente la costumbre de la alternancia. Ya que iban una y una. Gobernaba el PRD y sostenían que ahora les tocaba a ellos. Más la gente de Tixtla le dijo que no a esa “costumbre”. Dieron el respaldo a Hossein Nabor, en virtud de ser, quien más estabilidad emocional ha mostrado.
Recordar aquí, que no llega en un momento fácil al gobierno municipal. Por ende, después de poco más de cien días, los hechos confirman, que la gente ha apostado, por un proyecto que trabaja. Que busca y toca puertas, a efecto de que las inversiones importantes lleguen al municipio. 
El alcalde Hossein Nabor no ha desperdiciado el tiempo. Desde antes de asumir el cargo, ya se reunía con funcionarios estatales y federales. Más adelante, lo haría con el Gobernador Héctor Astudillo Flores, refrendando, que muy por encima de los intereses partidistas, están los intereses de su pueblo.
No es una tarea fácil gobernar Tixtla. Recordemos que el palacio municipal estuvo tomado por un buen tiempo. Que el gobierno anterior, salió prácticamente por la puerta de atrás. Que las elecciones ordinarias fueron empañadas y anuladas por la violencia y vandalismo. Que se viene, en suma, de un momento de crisis profunda.
En ese entorno, se ha visto la calidad del liderazgo del alcalde Hossein Nabor. En poco más de cien días, ha sentado las bases, para buscar escribir páginas distintas. Ha fortalecido su relación con el estado y la federación. Se ha mantenido trabajando cerca de la gente. Y lo mejor del caso; siempre con los pies sobre el piso. Esa es la cuestión.

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