MEMORÁNDUM

*** La profecía.

Gerardo Ruano Cástulo
El maestro llamó a tres de sus alumnos. Les pidió que le ayudaran en un ejercicio. A cada uno de ellos, le dio un bulto del mismo tamaño y peso. Además, una cuerda con diferente resistencia. Una gruesa, al primero. Al segundo la media y al tercero la más delgada.

Luego les pidió, que ataran el bulto y lo colgasen, aprovechando una viga que había en el patio. Los tres pusieron manos a la obra. A los pocos minutos, de haber colgado los bultos, el de la cuerda más delgada cayó al piso. Pasaron otros minutos más, para que el de la cuerda media cayera. Solamente resistió el de la cuerda gruesa.
Entonces el maestro, les dijo, “no todos nacemos con cuerdas fuertes. Por eso, ante las preocupaciones, presiones y adversidades, luego se revientan. Ante ello, debemos conocernos. Saber cuál es nuestro temperamento, para entender porque reaccionamos de  una manera a las situaciones y otros de una distinta”.
Luego le preguntó al de la cuerda más débil: “¿Sabías que luego, iba a caer el bulto?”. La respuesta fue: “Si”. “¿Qué debiste haber hecho?, cuestionó ahora el maestro. El alumno dijo: “Haber reforzado la cuerda”. “Muy bien”, asintió el hombre sabio. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.).
Nadie está contento. Mucho menos satisfechos de la situación que vivimos. La violencia e inseguridad están ahí para recordarnos nuestra irresponsabilidad. Quisiera decirte que el gobierno es el único responsable de esto, más no podemos auto-engañarnos. Todo es resultado de la suma colectiva de malas decisiones.
Es cierto, la delincuencia se ha metido hasta la cocina, como se dice llanamente, pero esto es producto, de que así lo hemos permitido. Debemos admitir con toda humildad, que la ignorancia nos ha ido ganando la batalla.
Emitir el sufragio para elegir a un gobernante no es la solución de los problemas. Esto va más allá de colores de partido. Es una situación, que tiene que ver directamente con la persona. No puede ser de otra manera. Puesto que la única manera de cambiar, es que cambiemos todos.   
Nuestra sociedad hoy está agobiada de preocupaciones, ansiedades y miedos. Las fibras nerviosas están tensas al máximo. Por eso, es más fácil buscar culpables, que asumir la responsabilidad. Y es que, si en un momento dado, los gobiernos han fallado, es como justo pago a nuestras omisiones.
Muchos están al pendiente de las ejecuciones y homicidios del día. En parte, para tener argumentos y culpar al gobierno. Otros, como una manera de recordar que vamos perdiendo la batalla y que nadie está exento de sufrir en carne propia el embate de la inseguridad y la violencia.
En tanto, la historia que estamos viviendo, me recuerda al pueblo elegido por Dios del antiguo Testamento de la Biblia, al que después de haberle hecho pasar por en medio del mar, para liberarlos de Egipto; endureció el corazón, y por tanto, decidió que esa generación no viera la tierra prometida; sino la siguiente.
Por esa razón, 40 años anduvieron dando vueltas por el desierto. ¿Será acaso, que hemos hecho muy poco, para no merecer ver el cambio que anhelamos y si lo vea la siguiente generación? 
QUE BUENO, que ya se comience a ver acción por parte del diputado local, Ricardo Moreno Arcos. La entrega de apoyos en escuelas, la reforestación y escuchar a la gente, hablan ahora de su trabajo. Así como su participación en tribuna. Esa es la cuestión.

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